"Nosotros lo hemos visto y disfrutado, a ver si tienen igual suerte los de mañana y pasado", comentaba el que estaba detrás de mi butaca cuando Sabina acababa de levantar todo el Palacio de Exposiciones y Congresos con 'Princesa'.
Estuvo fabuloso Joaquín. Formidable. Con la voz más 'whiskosa' de su vida, corriendo el riesgo de quebrársela en cualquier momento, presentó a "la banda del Titanic: la llamo así porque siguen tocando mientras me hundo", no abusó de Alivio de luto (apenas tres temas recuerdo que interpretó) y no cumplió lo que dijo tras decidir volver a subirse a los escenarios al superar la 'Nube negra' y pidió al entregado y 'aplaudidor' público que diera palmas en más de una ocasión.
Olga Román, Panchito Varona y Antonio García de Diego le prestaron la voz para que descansase la suya. La elección del lugar del concierto también tuvo que tener relación con el cuidado de su voz porque no dejá de ser sorprendete, paradójico la prohibición de fumar en un concierto de... ¡Sabina! Pero el humo acumulado podría haber provocado un gatillazo como el de Gijón y no está por la labor de hundirse más veces en esta gira.
Falta rock and roll en el show, ya llegará según se vaya soltando, anticipó Joaquín, y en la elección del repertorio a todos los entregados sabinianos le falta alguna (a mí 'Con la frente marchita', a la Nini 'Pacto entre caballeros', al Marcial 'Dieguitos y Mafaldas', al Adolfo, 'Eclipse de Mar...'), pero el concierto se puede calificar de redondo. El momento más emotivo, superando la atronadora ovación a Javier Krahe presente en la platea, fue cuando recitó un poema en memoria de las víctimas del 11-M antes de interpretar 'Yo me bajo en Atocha', impresionante, desgarrador y emocionante (el nudo en la garganta, la piel de gallina, las lágrimas asomando en los lagrimales recordando la ignominia...). Hay que conseguir ese poema como sea para compartirlo en la red.
Esta noche volverá a ponerse tenso para actuar en el Foro. Y mañana. Si el tiempo y la voz se lo permiten. Sabina, mucho Sabina, que cuando pierdas la voz tendrás que recitar tus letras, musicadas por la orquesta del Titanic, para todos los 'Peces de ciudad' a los que musicas su vida y cuentas como nadie sus vivencias, sus pequeñas cosas, su 'Soledad', su 'Calle melancolía' o 'Sus lunas de miel'. 'Y tu Atleti'. Me voy para el Bernabéu a currar...