Hay partidos que marcan las decisiones de los dirigentes y más cuando esa decisión la vienen mascando hace tiempo. Florentino tiene en su agenda a Henry desde hace años y Henry le ha dicho esta noche a Florentino desde el césped del Bernabéu, con su elegancia, su calidad, su potencia, que le fiche de una vez por todas. También se lo han susurrado desde el césped, a voces con su entrega y con su fútbol, propio de jugadores del Real Madrid, Reyes y Cesc. Dos futbolistas que españolizarían la plantilla como desean los aficionados madridistas, aportando calidad al Real Madrid. La afición del Bernabéu ha dado su O.K. a sus fichajes con sus ovaciones a los tres. Y es que sí cambias hoy a Henry, Reyes y Cesc por Ronaldo, Gravesen y Zidane o Guti (hablo de su rendimiento de hoy), el resultado habría sido, haciendo fútbol-ficción, favorable al Real Madrid. Y en el paquete del Arsenal, Florentino haría su cuarta ofensiva para intentar contratar a Arsene Wenger, su técnico soñado, que hoy se ha impuesto en la pizarra a su colega Juan Ramón López Caro, jugando los dos con un 4-1-4-1. Se presentó al Arsenal en la previa como un equipo vulgar, como víctima propiciatoria de la eliminatoria y, con sus numerosas bajas, manejó el partido ante un Madrid que se pareció de manera preocupante al de La Romareda y no le salió nada de nada. Aún queda el partido de vuelta en Londres y el Real Madrid es capaz de todo en su competición preferida, pero sino llega a ser por Casillas, el Arsenal podía haber goleado y el gol de Henry se antoja muy difícil de remontar para el conjunto blanco, mucho más con la seriedad, solidez y pegada que han demostrado los 'Gunners'. El Real Madrid se juega toda la temporada en Highbury y deberá preparar ese partido como una auténtica final porque quedarse fuera de la Champions sería duro, muy duro para el madridismo. MaTA-dor