Madrid me Mata (Sport, 18-2-06)
La felicidad en el Real Madrid debe ser tremenda. A la euforia de la ‘casi’ remontada ante el Zaragoza, con la consiguiente no clasificación para la final de Copa, hay que sumar la noticia que le proclama el equipo más rico del mundo, desbancando al Manchester United. Ayer, nada más regresar de Las Palmas de Gran Canaria, donde hicimos el jueves El Tirachinas, me pasé por La Cibeles. Tenía curiosidad por ver si en el punto emblemático donde el madridismo celebra sus numerosos títulos se habían agolpado también muchos seguidores madridistas para celebrar que su equipo era el más rico del mundo. Pero no había nadie con banderas del Real Madrid. Tiene razón, una vez más, Roberto Palomar, que ha repetido en varias de sus columnas eso de que no ha visto “a nadie en La Cibeles celebrando una cuenta de resultados”.
El Real Madrid vuelve hoy contra el Alavés a su realidad liguera y el martes regresará a su realidad de la Champions ante el Arsenal. Se juega toda la temporada en estas dos competiciones porque por más que seas el club más rico del mundo, si te tiras tres años sin ganar ni un título, te puede pasar como le viene ocurriendo al Manchester y bajar la facturación, porque los éxitos deportivos traen siempre aparejados éxitos económicos. Y, generalmente, no suele ser a la inversa, digo, que los éxitos económicos traigan éxitos deportivos.
Aunque no deben preocuparse en exceso los seguidores madridistas. Primero porque su equipo ha mejorado ostensiblemente y aún cuenta con opciones de llevarse a la boca un trofeo esta temporada (en la Champions lo tiene más ‘sencillo’ porque la Liga parece muy difícil que se le escape al Barça). Y no deben preocuparse porque el órgano de propaganda e instrucción pública de madridismo, que tan bien funciona, ya se encargará de crear un clima de optimismo, de demostrar que no pasa nada porque no se consiga un título en tres años. El triunfador Ferreras podrá manejar todo a la perfección. Su éxito de esta semana con la resurrección del espíritu de Juanito le da un crédito ilimitado al Goebbels merengue. ¡Enhorabuena Antonio por manejarnos como nos manejas! Y si esto falla, algo imposible, tampoco deben preocuparse los madridistas porque, si no pudieran ganar ningún título, seguirían siendo el club más rico del mundo. Aunque, como cantó Joaquín Sabina a Cristina Onassis, “era tan pobre, que no tenía más que dinero”.
Escrito por Matallanas | 9:37 a. m. | Enlace permanente