El buen rollo de Mourinho y el ambientazo del hotel de concentración del Barcelona
José Mourinho da una imagen pública que poco tiene que ver con la imagen que muestra en privado, con sus compañeros de cuerpo técnico, con sus futbolistas, con su círculo, vaya. Ayer por la noche, después de haberse llevado silbidos, insultos y abucheos desde que aterrizó en Barcelona, estaba relajado en el lobby del hotel Ars. Bromeaba y cada dos por tres repetía sus buenas vibraciones para el partido que empieza en media hora. Del "a ver si la vamos a líar" pasó, tras beberse dos botellas de agua de Vichy, al "la vamos al líar". Cuando un amigo llegó y le comentó las declaraciones de Rijkaar en las que pedía al Camp Nou una ovación para él, sonrió satisfecho y comentó, sin chulería, "mejor que me aplaudan al final". Luego apareció Miguel Dios, Miguel el asturiano, conocido en Madrid por su faceta de relaciones públicas. Miguel es amigo de Mourinho desde hace una década y José no se ha olvidado de él ahora que saborea el éxito. Recuerda lo buen anfitrión que era 'el asturiano' cada vez que venía a Madrid, cuando nadie le daba bola y ahora le invita a Londres a ver al Chelsea, igual que hacía en su etapa en Oporto.
El editor de este blog estuvo hablando antes con Makelele. Claude se lamentaba de la baja de Essien y aventuraba que jugarían con cinco hombres de ataque, sin querer dar el equipo porque, afirmaba con sorna, "luego se lo das a Rijkaard". Makelele, que vacilaba con Drogba y Geremi, y un nutrido grupo de cameruneses amigos de este último, estaba interesado por el cambio de presidencia del Madrid y por el futuro de alguno de sus antiguos compañeros.
El ambiente de partido grande se respiraba también esta mañana en el Princesa Sofía, hotel de concentración del Barcelona. Había optimismo, pero nadie se atrevía asegurar su pase a cuartos. El padre de Messi departía con Fernando Solana, de Adidas Internacional. El argentino ha ganado el jucio a Nike, aunque los responsables de la empresa americana confían en ganar el recurso, y la gente de Adidas están volcadas con la más que promesa del Barça y Argentina. Al Pitu Abelardo se le olvidaba pagar su café cuando se iba. Stoitchkov se hacía fotos y firmaba autógrafos como si aún estuviera en activo. Roberto de Assis llegaba a comer y saludaba efusivamente a Jorge Mendes, agente e Mourinho, Deco, Carvalho, Márquez o Cristiano Ronaldo y, desde hace unas semanas, Tiago Motta. Los jugadores llegaban, tras salir en autocar supuestamente a hacer unos estiramientos, y en el rostro ya se les veía la tensión por la cita, por el partidazo que ahora empieza (¡a ver quien la lía!). Y todo el mundo iba y venía a recoger entradas (¡por 1.000 euros cada carnet han vendido 3 'socis' delante de mis narices a unos aficionados del Chelsea trajeados!) La mañana ha sido intensa y fructifera en contactos. ¡Qué empieza el partido!
P.D. He estado en Barcelona porque ayer participé de invitado en El Rondo de Cataluña y aproveché para quedarme e ir al hotel del Chelsea, desde donden entré para El Tirachinas. Mourinho no quiso hablar en directo, pero he quedado con él para ir a Londres a entrevistarle. Hoy por la mañana me he pasado por el hotel del Barça y me he quedado con muchas ganas de quedarme a ver el choque de estilos en el Camp Nou. Pero tenía que volver a Madrid. Ahora lo veo en la redacción de Cope.
El editor de este blog estuvo hablando antes con Makelele. Claude se lamentaba de la baja de Essien y aventuraba que jugarían con cinco hombres de ataque, sin querer dar el equipo porque, afirmaba con sorna, "luego se lo das a Rijkaard". Makelele, que vacilaba con Drogba y Geremi, y un nutrido grupo de cameruneses amigos de este último, estaba interesado por el cambio de presidencia del Madrid y por el futuro de alguno de sus antiguos compañeros.
El ambiente de partido grande se respiraba también esta mañana en el Princesa Sofía, hotel de concentración del Barcelona. Había optimismo, pero nadie se atrevía asegurar su pase a cuartos. El padre de Messi departía con Fernando Solana, de Adidas Internacional. El argentino ha ganado el jucio a Nike, aunque los responsables de la empresa americana confían en ganar el recurso, y la gente de Adidas están volcadas con la más que promesa del Barça y Argentina. Al Pitu Abelardo se le olvidaba pagar su café cuando se iba. Stoitchkov se hacía fotos y firmaba autógrafos como si aún estuviera en activo. Roberto de Assis llegaba a comer y saludaba efusivamente a Jorge Mendes, agente e Mourinho, Deco, Carvalho, Márquez o Cristiano Ronaldo y, desde hace unas semanas, Tiago Motta. Los jugadores llegaban, tras salir en autocar supuestamente a hacer unos estiramientos, y en el rostro ya se les veía la tensión por la cita, por el partidazo que ahora empieza (¡a ver quien la lía!). Y todo el mundo iba y venía a recoger entradas (¡por 1.000 euros cada carnet han vendido 3 'socis' delante de mis narices a unos aficionados del Chelsea trajeados!) La mañana ha sido intensa y fructifera en contactos. ¡Qué empieza el partido!
P.D. He estado en Barcelona porque ayer participé de invitado en El Rondo de Cataluña y aproveché para quedarme e ir al hotel del Chelsea, desde donden entré para El Tirachinas. Mourinho no quiso hablar en directo, pero he quedado con él para ir a Londres a entrevistarle. Hoy por la mañana me he pasado por el hotel del Barça y me he quedado con muchas ganas de quedarme a ver el choque de estilos en el Camp Nou. Pero tenía que volver a Madrid. Ahora lo veo en la redacción de Cope.
Escrito por Matallanas | 7:57 p. m. | Enlace permanente