FIRMA INVITADA. Luis Villarejo (II)
Por LUIS VILLAREJO
En el fútbol del siglo XXI, la fuerza mental es el elemento que diferencia a los buenos de los excelentes. Hay una raya que divide y separa a unos de otros. No es fácil convivir con la presión como compañera de viaje en un mundo tan contaminado como el fútbol, que vive al día, que escruta cada movimiento de los futbolistas de élite. Y donde el ventajista, es el rey.
Fernando Torres ha pasado esa prueba del algodón en varias ocasiones. Ha superado esa tortura psicológica que consiste en poner contra la pared a un gran futbolista, recordándole en víspera de los partidos, los minutos que lleva sin marcar un gol. Ese apunte hortera, que en plena esquizofrenia incluye en los días sin gol la suma de los meses de verano, en vacaciones cuando no hay fútbol, o que incorpora a la estadística que ilustra las 'vacas flacas' días o meses de lesión -le acaba de pasar a Raúl-, ha sido ampliamente superado por Fernando Torres.
Es una alegría para el fútbol español contar con el apoyo de Fernando Torres. El Atlético de Madrid siempre contó con delanteros de ensueño. Fue un placer para la vista ver la elegancia de José Eulogio Gárate en los años 70 y más tarde aprender con Leivinha. 'Leiva' fue el primer tipo que hizo una bicicleta en un campo de fútbol en España. Y una bicicleta de verdad. Con clase y con definición. Hay algunos que hacen ese regate y se van al córner. Leivinha se iba a la portería y definía.
Luego llegó el arte de Kiko. Un personaje fascinante. Fernando Torres recogió su testigo. Y es en la actualidad un referente de este país. A Torres le falta un título para agrandar su figura. Que ya es inmensa. De ahí su mérito. Estar tan arriba sin fotos de títulos no es nada fácil. A final de esta temporada, Torres va a recoger un trofeo simbólico, que es un pasaporte especial. El visado para su primer Mundial. Fernando va a entrar en una nueva dimensión.
Jugar un Mundial trasciende. Hay un antes y un después en la trayectoria de un futbolista. Él va estar en el mismo escenario de Drogba, de Henry, de Ronaldo, de Gilardino, de Hernán Crespo, de Rooney. Y esa 'Liga' no se juega todos los días.
Para los que queremos a nuestra selección es loable y plausible ver el cariño y el interés que pone Fernando cada vez que acude a una cita de Luis Aragonés. Llega al hotel con buena cara. Rueda los anuncios con alegría. Se le ve implicado. Hasta en eso es inteligente. Ojalá todos fueran como él y acudieran tan felices a un mundo diferente, como es el equipo nacional, que seguro le va a servir de trampolín en verano para lo que él quiera.
Si desea seguir en el Atlético y en la Liga española, bien. Si le apetece otra aventura, también. Los profesionales dignos y comprometidos tienen derecho a elegir su futuro con libertad. Y él esa elección se la ha ganado a pulso. Ojalá Fernando Torres siga saltando vallas y absorbiendo fútbol. Fútbol en estado puro.
*Artículo publicado en la web oficial de Fernando Torres, en la sección de Opinión en el apartado 'El rincón de..'
Escrito por Matallanas | 9:47 p. m. | Enlace permanente