"De Kaka a Diarr...ea"
Partiendo de la base, como ya expuse en este foro, de que los fichajes de Cannavaro, Emerson y Van Nistelrooy me parecen buenas contrataciones. Considerándoles una buena apuesta por el corto plazo, que formarán la columna vertebral de un equipo que aspira a reverdecer laureles esta misma temporada como objetivo obligatorio, con esa premisa, me parece que el inicio de la gestión del señor Calderón no está a la altura de las expectativas depositadas por los socios que le votaron. El no cumplimiento de la promesa electoral de fichar a Kaká, Robben y Cesc es un lastre muy pesado para iniciar una gestión que, aunque esté siendo torpedeada por la oposición del entorno del anterior presidente electo, ya ha empezado desde el fracaso de no cumplir los objetivos fijados por Mijatovic en la campaña electoral.
El Real Madrid de Ramón Calderón puede avanzar en su camino por la enorme entidad del ‘mejor club siglo XX’ y no está recibiendo más críticas porque el entrenador prometido y, por lo visto, deseado por muchos madridistas, si llegó al equipo nada más tomar posesión el nuevo presidente. La presencia de Fabio Capello supone una alegría para los madridistas que quieren mano dura, que quieren ver sufrir y sudar a sus ídolos, en esa demagogia tan reiterada en el fútbol que compara al futbolista con un trabajador normal, unos madridistas que quieren jerarquía y látigo para recuperar el prestigio. Esa fórmula cuartelera de Capello funcionó en otro momento de crisis del madridismo. Cuando llegó, de la mano de Lorenzo Sanz, en el verano de 1996, el Real Madrid no se había clasificado ni para la UEFA. Capello montó un equipo a golpe de talonario y tuvo la recompensa de ganar la Liga. Pero, campeón y todo, se tuvo que marchar porque el fútbol que desplegaba su equipo aburría al Santiago Bernabéu. De aquella etapa sólo se guarda en la memoria colectiva madridista el éxito de la Liga y la leyenda de que gracias al bloque que montó Capello el Real Madrid volvió a ganar la Copa de Europa 32 años después, que en la ‘Séptima’ de Heynckes y en la Intercontinental de Hiddink, se veía reflejada la mano de Fabio.
Todo es cuestionable y relativo en la vida y, por lo tanto, en el fútbol. A los que somos partidarios del buen talante, del diálogo, de la persuasión como vía de entendimiento y fórmula para sacar rendimiento, la etapa de Vicente del Bosque echa al traste a los defensores del látigo y de la bronca, del ordeno y mando y el ‘porque sí y porque lo digo yo’ que representa Capello. Vamos, que Del Bosque sacó rendimiento a un plantilla de estrellas sin necesidad de convertirse en un chusquero gritón, más bien todo lo contrario. Argumentos en contra pueden pasar por la opinión de que si no hubiera estado Capello antes, Del Bosque no habría podido manejar a su manera a un grupo que ya se había acostumbrado a sufrir y a ganar. Puede ser, pero no me convence.
La propuesta de fútbol de Capello no encaja en los valores del madridismo, tan manoseados por el anterior presidente y en la vergonzosa campaña electoral del pasado junio. Eso de “once guerreros” queda muy bien para un titular, pero sólo destaca la casta y la brega que se le exige a cualquier futbolista que se enfunda la elástica merengue, pero no habla de la calidad y categoría indispensable para llevar ese escudo con forma de despertador que lleva grabado en sus genes la victoria. Y, volviendo al SMS de Guille, que el Real Madrid esté porfiando con el Lyon por el fichaje de un Makelele (¡qué error Floren, qué error!), del tal Diarrá y haya renunciado a contratar a Kaká, mejor dicho, el Milan no haya ni querido ni negociar por el brasileño, hace pensar en que las preferencias de Fabio Capello no son las mismas que las de los aficionados madridistas. Si fuera por el ‘general’ italiano, De Rossi (con quien existe un precontrato) y Chivu o Mexes ya pertenecerían a sus “guerreros”, pero, por el momento, no le han dado todos los caprichos. Si hoy no le sale bien ante el Betis, Capello los volverá a pedir y, si insiste, llegarán.
La revolución de Calderón ha pasado por la llegada de Capello y los fichajes de Cannavaro, Emerson y Van Nistelrooy. Los en otro tiempo llamados galácticos siguen todos excepto el retirado Zidane. La plantilla apenas ha sufrido modificaciones, los canteranos no tienen sitio, recuperar a Cassano puede ser importante, pero la relación Capello-Rony va a estallar al más mínimo chispazo (al tiempo). El tiempo dirá si el regreso de Capello ha sido un acierto o se ceñirá al tópico de que segundas partes nunca fueron buenas. Pero gane o pierda, el fútbol que practicará el Real Madrid cuenta con todas las papeletas de la rifa para no ser del agrado de su afición. Y en una cosa discrepo con Guille, el Real Madrid si tiene varios ‘10’ en sus filas: Robinho y Guti son dos de ellos. Jurado ya está en el Aleti. Y Kaká sigue en el Milan.
El Real Madrid, a vuela pluma
FICHAJES
Diarrá: El Lyon pide ‘trentaytantos’ millones y el Real Madrid ofrece ‘veintipocos’, según fuentes próximas a la operación. Llegada complicada la del jugador de Mali porque el club francés ya demostró el año pasado con Essien y el todopoderoso Abramovich que no se baja del burro.
Reyes: A mi me da la impresión de que no le fichan. Es sólo intuición, ojalá me equivoque…
De Rossi, Chivu o Mexes: El medio y uno de los centrales vendrían en un mismo lote de la Roma, siempre que apriete Capello y pese al mosqueo de la Roma por no ejecutar un acuerdo de hace tres semanas hasta ahora.
DESCONTETOS
Sergio Ramos: Si no le realizan una mejora de contrato ya podría dar la campanada y acabar en el Chelsea. Es complicado, pero no lo descarten.
Beckham: Aguantará la suplencia siempre que le mejoren y amplíen el contrato.
Ronaldo: No le agradó que Capello, el primer día que le saludó, que era cuando se conocían, sólo le hablara durante 32 segundos…
DESCARTES
Balboa: Cedido al Racing.
Pablo García: El Racing le pretende.
Borja: A un paso del Valladolid.
Diogo: Esperando la respuesta del Zaragoza, muy cerca del equipo de Víctor Fernández.
Gravesen: Con público y seguidores en el fútbol anglosajón. Newcastle o Celtic le esperan.
Helguera: Sin destino claro. Su alta ficha frena a sus aspirantes.
Rubén: Con poco mercado y su regreso al Castilla otro año no sería de recibo.
Escrito por Matallanas | 6:29 p. m. | Enlace permanente