Otra vez ganó con apelando a la épica. Otra vez se vino arriba con el más difícil todavía. Otra vez remontó un partido en los últimos minutos. Y el Real Madrid se proclamó campeón de Liga. De la mano de Fabio Capello, sin desplegar un juego bonito ni espectacular, el Real Madrid ha ganado una Liga que se antojaba imposible y en la que han creído los madridistas. Una Liga que ha dejado escapar el Barcelona cuando la tenía en la mano.
Un triunfo, en definitiva, de la fe infinita, del creer ciegamente en que se puede conseguir un objetivo por imposible que parezca.
La fiesta de celebración que ha montado el club ha sido espectacular, a la altura de la historia del Real Madrid. Lejos de la horterada fácil, los festejos han estado medidos y han sido emotivos. Destacar el detalle de grandeza y de pureza de despedir a Pavón, Beckham y Roberto Carlos por todo lo alto con un Bernabéu lleno y entusiasmado.
Raúl ha toreado, Capello ha sido manteado, Diarra corría como un crio con la bandera de Mali colgada al cuello, Michel Salgado se colgaba la de Galicia y la de España, Roberto Carlos lucia la de Brasil, a Beckham le quedaba perfecta, como todo, la bandera de Inglaterra anudada al cuello, Gago lucía la albiceleste...Y todos lucian una camiseta conmemorativa de la Trigesima Liga que ha ganado el Real Madrid, con la publicidad Bwin luciendo flamante (¡que ya hay que ir facturando!).
Los Madridistas están llegando a Cibeles. La diosa les esperaba hace 4 años. ¡Que lo disfruten!. Ellos que pueden...