La tensión del futbolista
"Habla de la angustia, de la ansiedad que sentimos antes del partido, de que no podemos apenas pegar ojo la noche anterior..."
"Habla en algún artículo de la tensión del día antes. De la angustia que sentimos antes del partido. De cómo no podemos conciliar el sueño y estamos deseando que empiece ya. Habla de esas sensaciones, de cómo dibujamos el partido. Del miedo y la ansiedad que tenemos antes de los partidos decisivos". Esto me aconsejaba, en tono de petición, ayer un futbolista amigo. Uno que ya ha ganado algún título. Un jugador que ya lleva muchos partidos importantes en sus piernas. Y la verdad es que pocas veces nos ponemos en el lugar del futbolista. Con sus declaraciones plagadas de tópicos, parece que ni sienten ni padecen. Son los actores principales cuando pita el árbitro, pero antes parecen 'cachos' de carne con ojos que no tienen sentimientos y que, como ganan mucha pasta, esos posibles sufrimientos se pasan por alto porque la cuenta corriente repleta les inmuniza contra la ansiedad, la angustia y el miedo.
Dentro de unas horas, los jugadores del Real Madrid llegarán al vestuario local del Santiago Bernabéu. Ya habrán dejado atrás horas de angustia y de ansiedad. Les quedarán menos de una hora para saltar a un estadio abarrotado en el que no deben fallar porque la historia, el escudo les exige ganar esta Liga. Nadie se acuerda ya de que hace tres meses se dudaba de que se clasificaran para la Champions. Si fallan, serán de nuevo despellejados. Si ganan, es su obligación porque son jugadores del Real Madrid.
Cada uno lo vive de una manera. Cada futbolista, como cada persona es un mundo. Siempre cuenta Kiko como el estaba relajado y como lo vivía el Cholo. Como Simeone aporreó las puertas de todos sus compañeros cuando se estaban echando la siesta horas antes de proclamarse campeones de Liga en el 96. "¡Cómo pueden dormir con lo que nos jugamos! ¡Vamos, despierten!" Y no les dejó pegar ojo más.
Por más bonito y fashion que sea la caseta, las sensaciones siempre son las mismas. Ahí tenéis las fotos del vestuario madridista, hechas esta pasada semana. Todos tienen sus chanclas azules Adidas, menos Roberto Carlos que las tiene amarillas y Nike. No sé si lo habrán estudiado desde el plano psicológico y si tiene efectos positivos, pero debe ser curioso cambiarte viéndote a ti mismo y a tus compañeros vestidos de futbolista.
Ahí también hay tres taquillas que serán cambiadas en las próximas semanas. Desaparecerán las fotos de Beckham y Pavón (adiós al último de los galácticos y a un estandarte del manoseado eslogan de Zidanes y Pavones) y podrán las de dos nuevos madridistas. También quitarán el fotón de Roberto Carlos y pondrán el del compañero que luzca el dorsal número tres la próxima temporada.Y si daría lo que fuera por contemplar cuando llegan y cuando se cambian, sería alucinante estar presente al final del partido. Supongo que si quedan campeones (eso dice la lógica, pero el fútbol es el menos lógico de los deportes) dejarán pasar a las cámaras. En caso contrario, se cerrara a cal y canto y los flexos de las fotografías no brillarán tanto...
La suerte está echada.... ¡Qué gane el mejor!
Escrito por Matallanas | 1:01 p. m. | Enlace permanente