el arquero (artículo publicado en la razón el lunes 18 de febrero de 2008)

Por Kiko Narváez

Siempre he comentado que hay jugadores que me provocan insomnio. Futbolistas que con la forma de expresar su fútbol desafían las obligaciones que uno tiene la mañana siguiente de haberles disfrutado. En la actualidad, Ibrahimovic, Gerrard, Cristiano Ronaldo, Totti, Kaká, Guti, Messi y Kun son algunos de los culpables de que mi reloj se pare esperando una acción fuera del guión de jugadores que a veces pierden eficacia buscando la genialidad, pero que terminan goleando al sueño.

El miércoles pasado por la noche mis escuetos planes después del palizón a la vuelta de Dubai se limitaban a un poquito de tele y a planchar la oreja. Como es habitual en mi relación con el mando, inmediatamente tiré para los canales deportivos del digital. Aguanté un minuto del «apasionante» Milan-Livorno, tiempo de sobra para enterarme de la lesión de Pato (chaval que estoy loco por ver) y la suplencia del presidente del club «Provocadores de Insomnios», Ronaldo. Esta circunstancia me hizo prestarle mayor atención al encuentro hasta que en el minuto 57 el brasileño saltó al terreno de juego motivando en mí el efecto de dos cafés bien cargados. Era la segunda jugada en la que intervenía «Ronie» cuando, tras un centro de Oddo, su defensor cortaba con la mano cometiendo penalti. Mientras San Siro festejaba la acción, los niños animaban a Pirlo a patearlo y las banderas agitaban al viento, el brasileño de nuevo olía el azufre del infierno tras notar un chasquido en la rótula virgen, idéntico al de abril de 2000 cuando defendía los colores del Inter. La foto fue menos dramática porque «Ronie» sabía de los desperfectos ocasionados, pero el gesto era clavadito. Un grito desgarrador y unas lágrimas sin consuelo presagiaban lo peor.

Como es costumbre en un país donde nos encantan las exclusivas y adelantarnos a los acontecimientos, muchos ejercieron de «pitorrisas» y enterraron al astro brasileño, algo que yo dejo en cuarentena. Será porque en su año blaugrana contemplé en primera fila al «Balón de Oro» que más minutos sacó de ventaja a un segundo clasificado o quizá por la forma en la que reapareció después de su doble rotura rotuliana, readaptando su juego a unas condiciones que le limitaban a unos eslalons más rígidos y menos ágiles que antes, pero que no le impedían seguir teniendo una definición y un uno contra uno exagerados para un ser humano.

Ronaldo es una persona carismática y singular, capaz de levantar envidia entre sus compañeros por su facilidad para aglutinar y acaparar portadas con dos detalles y un mínimo esfuerzo. Es un tipo al que le gustan los desafíos y las situaciones difíciles, por ello me resigno a cerrar ya la carátula de su DVD con los mejores goles y jugadas, que tienen asegurado un hueco en mi colección. Hugo Sánchez, Maradona, Cantona, Zidane, Mágico y Van Basten no tienen ninguna prisa por que el astro brasileño les acompañe.

P. D. Kun, sería preferible que sigas esculpiendo tu fútbol de quilates antes de escupir innecesariamente al aire.