Valencia: se rompe la Baraja
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. Esta semana se celebra el juicio de Albelda. Por primera vez se tratarán en un juzgado los problemas del vestuario de un equipo de fútbol, el lugar sagrado de los futbolistas, donde las normas son arbitrarias, y no tienen nada que ver con las que se viven en otros ámbitos de la sociedad. El juicio se celebra por la demanda de David Albelda por su ‘despido’ del Valencia, pero no tratará sólo del ‘Caso Albelda’, que también es el ‘Caso Cañizares’ y el ‘Caso Angulo’, en este juicio se juzgará también la actuación de un vestuario.
Los dirigentes del club han solicitado a varios jugadores que testifiquen a su favor. Se supone que ningún futbolista acudirá al juzgado para hablar contra sus tres compañeros apartados. Se ha señalado a dos de esos jugadores como los traidores de Albelda, Cañizares y Angulo. El propio Angulo, en la entrevista que concedió el pasado sábado a Diego Picó en Marca, apuntaba que dos de sus compañeros se habían vendido al poder. No daba nombres, no explicaba qué habían hecho estos dos compañeros, pero aseguraba que con estos dos supuestos traidores no se dirigía la palabra.
Angulo señalaba, sin nombrarlos, a Rubén Baraja y a Carlos Marchena. En los mentideros valencianistas se ha apuntado desde el principio que estos dos jugadores ‘apuñalaron’ a Albelda, Cañizares y Angulo. Nadie dice de que se les acusa ni se revela qué hicieron para traicionar a sus compañeros. En el rumor que les calumnia se afirma que son los grandes beneficiados y que, curiosamente, los dos están representados por Manuel García Quilón.
Rubén Baraja niega la mayor. Asegura que él no ha hecho absolutamente nada en contra de sus compañeros. El Pipo dice que no estaba en su mano realizar ningún movimiento que favoreciera a los apartados y que en absoluto tenía nada que ver con la decisión, ni por acción ni por omisión. Se defiende afirmando que él es un jugador más y que no puede hacer nada contra la decisión del entrenador, respaldada por los dirigentes. Albelda señala directamente a Baraja en sus conversaciones ‘off the record’, pero tampoco da las claves ni explica de que manera les ha perjudicado Baraja.
Conociendo a Baraja cuesta creer que haya sido artífice de una traición. En el juicio del próximo viernes no se conocerán muchas más claves. Pero se trata de un juicio en el que se podrían juzgar los códigos del vestuario, los movimientos, las camarillas de los futbolistas, esas normas que se escapan a veces a la democracia y que se rigen por la jerarquía y por factores futbolísticos que a veces no tienen nada que ver con el sentido común. Albelda parece tenerlo ganado, pero esto no significará que el Pipo lo pierda.
Escrito por Matallanas | 1:05 a. m. | Enlace permanente