El próximo anuncio
mata-dor. artículo publicado en marca
En los últimos trece años el Atlético lo único que ha ganado es la Liga de Segunda división (muy a su pesar porque nunca debió descender y si lo hizo fue por una mala gestión que fue juzgada y condenada) y todos los galardones posibles las campañas publicitarias realizadas por la agencia Sra. Rushmore.
Desde el Añito en el Infierno con Kiko haciendo una chilena sobre las llamas (luego la metáfora se convirtió en realidad y echaron a la hoguera al ídolo cuando surgió otro crack emergente con pecas: siempre paraguas y más paraguas), pasando por los soldados de la Guerra Civil o el también ingenioso anuncio, y hasta emocionante, pero a la larga nocivo, “¿Papá, por qué somos del Atleti?”
Hace dos semanas, hicieron otro spot deprisa y corriendo con Maxi de protagonista, en el que el capitán leía una octavilla en la grada con el último cántico de “esa camiseta no la merecéis” que la afición colchonera dispensó a sus futbolistas mientras eran goleados por Osasuna. En ese partido habían gritado más contra los dueños, legales que no legítimos, del club, pero en el spot no salía ninguno de los dueños leyendo las octavillas de sus cánticos, que, por cierto, se repitieron contra el presidente cuando el Atlético marcó el 2-0 al Numancia.
Anunciaba Maxi que se iban a dejar la piel en las ocho finales que restaban para meterse en la Champions League. Una final la ganaron y en la otra fueron humillados por el Racing, con una goleada sonrojante para una afición harta, cansada y cada vez menos orgullosa de lo que han convertido a su equipo, que ha pasado en los últimos cuatro lustros de ser un grande a ser simplemente un histórico.
El próximo anuncio que esperan muchos aficionados atléticos es el de un cambio de dueños, el de una venta del club que cambie a unos gestores que no dan con la tecla, con una nefasta gestión deportiva y económica y que con sus decisiones empequeñecen cada día más al Atlético de Madrid. Ese anuncio volvería ilusionar a una afición que no es dueña de su club (¡maldita Ley del Deporte, a ver si la modifican en el Congreso, que están en ello!), pero si es la propietaria de un Sentiemiento que cada vez les cuesta más amar.
Escrito por Matallanas | 5:47 p. m. | Enlace permanente