Blindajes AntiFlorentino (Por Alfredo Duro)
¿Os suena?
Por Alfredo Duro
Ha tardado poco en escucharse la primera reacción a la ampliación del contrato de la pulga azulgrana. Reacción que nada tiene que ver con lo verdaderamente importante, los dos años que se alarga el vínculo, sino con la cantidad que graciosamente redondea la nueva cláusula de rescisión de Messi: “¡¡¡Cláusula anti Florentino… es una cláusula anti Florentino!!!” Así de jubilosos y alborozados han recibido en Can Barça los 250 kilitos que cuesta la libertad pagada a fuerza de talonario de Messi, heredero del orgullo catalanista que tanto le pone a Laporta y nueva imagen del muro infranqueable que el Barcelona le coloca al imperialismo merengue.
"¡Imposible que Florentino sea capaz de pagar esa pasta!”, se les escucha decir a los popes del entorno blaugrana que han bendecido la operación. "Con esta cláusula no se atreverá..."
Curioso que en todo este maremágnum de satisfacción se deje a un lado la simple y natural cordura de aquellos que ven como se traslada al contrato lo que Messi se gana desde hace tiempo en el campo, y que con muy poco esfuerzo el club le había reconocido a un recién llegado como Ibrahimovic. Una cuestión de equilibrio en el vestuario que Guardiola observaba como algo innegociable y que sólo el tiempo podrá situar en el campo de tiro de algún jeque árabe ó, por qué no, del mismísimo Florentino.
Y por si no fuera suficiente con esto, avisan ya desde la Ciudad Condal de las intenciones que existen de hacer lo mismo con Iniesta, cuyo actual contrato no finaliza hasta el 30 de junio de 2014 y al que se ampliará hasta el 2016. Por supuesto se le hace otro homenaje a la cláusula correspondiente, que pasará de los 150 millones actuales a no menos de 200 del ala, escenificando de esa manera la perfección democrática de “un hombre, una cláusula”, pero de entre 200 y 250 millones de euros para que Florentino no sea el único imperialista. Un lema raro para Laporta, que está dispuesta a dejar en herencia a su sucesor en la presidencia una de las plantillas más clausulistas del planeta.
La última cláusula anti Florentino es la que el mismo Florentino impone a la prensa sin necesidad de mover un músculo; sólo así puede explicarse que en la última Asamblea se haya aprobado una operación de endeudamiento que alcanza la mitad del presupuesto cuando los estatutos sólo permiten que sea del 15% y que nadie parezca darse por enterado. Lo cojonudo es que la Asamblea da por buena una operación de deuda cuando la misma ya ha sido ejecutada. Han vuelto los buenos tiempos. Esta cláusula sí que no la paga nadie.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 11:30 a. m. | Enlace permanente