La llegada de José Mourinho al Real Madrid supondrá, a priori, un cambio de modelo en el Real Madrid, que se venía demandando desde varios sectores del madridismo. Florentino Pérez pretende modificar la norma histórica del club de contar en su banquillo con entrenadores de perfil bajo y considera que es el momento de apostar por un técnico mediático, con el mismo salario que las superfiguras del equipo.

Considera Florentino que ha llegado el momento de equiparar el conjunto a una gran empresa, donde un jefe nunca, o casi nunca, gana menos que sus empleados. ¿Por qué no lo hizo antes e insistió con Pellegrini en su nuevo proyecto?

Principalmente porque hace un año varios de los elegidos (Ancelotti, Benítez y Wenger) le contestaron de forma negativa y en ningún caso contempló entonces la posibilidad de fichar a Mourinho, quien ya fue ofrecido hace 13 meses. Por eso se volvió al perfil bajo y se eligió a Manuel Pellegrini, quien será despedido en las próximas horas y a quien el madridismo respeta y apoya mayoritariamente según todas las encuestas.

¿Y por qué ahora sí quiere a Mourinho cuando hasta hace tres meses aseguraba que mientras el fuera presidente José no entrenaría al Madrid? Porque, de alguna manera, reconoce errores y, sobre todo, por el deseo del portugués de entrenar al Real Madrid. Además, después del fracaso de hacer en una temporada los fichajes de tres y no lograr ningún título, considera que es el momento de dar un volantazo y modificar el rumbo. Lo que supone un cambio de modelo.

Para Florentino los entrenadores son un mal necesario. El presidente del Real Madrid cree que los entrenadores no deben ser los únicos que hagan la alineación y piensa que deben consensuarla con otros responsables del club, porque la presión de los futbolistas les influyen en la toma de decisiones y si uno le pone una mala cara, le cuesta dejarle de suplente. ¿Y consensuará Mourinho las alineaciones? Rontundamente no. Pero sucede, en opinión de Florentino, que un técnico del nivel de 'Mou' cuenta con una inteligencia suficiente para saber qué alineaciones se acogen a los intereses del club.

No es la primera vez que el Real Madrid tira por un entrenador que gane más que sus estrellas. Ya lo hizo Lorenzo Sanz en el año 96 con el fichaje de Fabio Capello y volvió a insistir con el italiano Ramón Calderón en 2006. Capello cumplió y el Madrid obtuvo dos Ligas cuando necesitaba ganarla, pero nunca enamoró a la exigente afición del Bernabéu y no aguantó dos temporadas seguidas en sus dos etapas. ¿Sucederá lo mismo con Mourinho que para los detractores de su fichaje es un Capello con veinte años menos? Ambos son dos entrenadores ganadores, de eso no cabe duda. Fuentes del club explican que Capello y Mourinho no tienen nada que ver y recuerdan que el Chelsea dirigido por el portugués jugaba bien el fútbol.

Otra incógnita que se abre es la continuidad de Jorge Valdano. Los más dogmáticos seguidores de la filosofía futbolística que defiende Valdano consideran que su cohabitación con el portugués es imposible. "¿Ficharía Menotti a Bilardo?", cuestionan repletos de ironía. Ya se lo plantearon, preocupados, hace un año (ver). A día de hoy, desde el Real Madrid se da por segura esa cohabitación y aseguran que el director general no tendrá ningún problema con Mourinho. Llegará el momento en que Valdano explicará su postura. Y aclarará estas dudas de sus fieles seguidores que no quieren verse defraudados. Más temprano que tarde.