Ciudad del Cabo y la Furia del tiqui-taca
crónicas africanas
No recuerdo el último día que os conté cosillas del viaje. Los días se abalanzan sobre mí y me resulta complicado abstraerme para dedicar el tiempo necesario para juntar unas líneas. La sensación que experimento es extraña, sin euforia alguna, percibo estar viviendo un momento histórico del fútbol español en Sudáfrica. Y así noto que se sienten los chavales, que son los que juegan.
Ciudad del Cabo es una ciudad europea. Los casi dos días que pasamos allí, en el hotel Ritz (que en lo único que se parece al de Madrid es en que se llaman igual), resultaron monopolizados por un nerviosismo extremo antes del choque ante Portugal. La mañana del partido hice un esfuerzo madrugando para ir a una excursión al Cabo de Buena Esperanza, el lugar más al sur del continente africano. Y mereció la pena. En el camino paramos en unas playas que recordaban el Apartado, como llaman nuestras guías al Apartheid, los blancos en la playa de arena, los negros sólo podían bañarse en una playita mínima llena de rocas. ¿En que cabeza cabía tanta barbaridad?
En el Cabo de Buena Esperanza el paisaje impresiona. Te imaginas en la bola del mundo que tenías en la habitación de pequeño, de pie, ahí, en el pico de Africa. En el faro de El Cabo hay una piedra que dicen que condensa la energía de las corrientes del Indico, el Atlético y el polo sur. Y aprovechamos para meternos un chute de buen rollo y energía positiva dando un abrazo al pedazo pedrusco.
Atrás había quedado Chile y el saludo a Iván Zamorano, al que inmortalizamos con Felix (José Felix Díaz, de El Confidencial). Parecen hermanos. Nos tocaba Cristiano y Portugal y la tensa espera para el partido se pasó con una interesante excursión (un par de horas de ocio en veinte días no están nada mal) en la que nos faltó ver a los pingüinos porque se retrasó todo con la tormenta y el viento que nos sorprendió en el Faro y que provocó que el teleférico bajara muy despacito. Fue en ese aguacero y en ese vendaval cuando me pillé un trancazo importante. Había sospechas que me hubiera contagiado Manolo el del Bombo y su ya famoso virus, el que le ha obligado a él a repatriarse a España. Pero todo indica que es un enfriamiento y el doctor Celada me ha dado hace un rato unos sobres de Frenadol. Me tomé uno y me voy quedando frito mientras escribo en el autocar camino de Johannesburgo.
A Ciudad del Cabo llegaron mi hermano Carlos y Marta, su novia. Tienen montado el viaje hace meses, en plan vacaciones, y moviéndose por libre y estábamos sufriendo por ellos en la fase de grupos porque si España llega a quedar segunda, hubieran estado volando mientras jugábamos los octavos de final. Pero por suerte fuimos primeros y llegaron a ver el España-Portugal como habían programado al diseñar su viaje. Se han quedado tres días en Ciudad del Cabo, donde están disfrutando de la parte menos africana de Sudáfrica, y hoy llegan a Johannesburgo al ver el partido en el Ellis Park. A Ciudad del Cabo también llegaron los hijos mayores de Maroto. Metimos a Alvaro y Borja en un charter vacío de Viajes Halcón porque su padre les había prometido estar en el Mundial. Y con los hijos hay que cumplir las promesas. Ya veremos cuando se vuelven, de momento, Borja y Alvaro están disfrutando de lo lindo.
La vuelta de Ciudad del Cabo fue matadora. Especialmente porque, después de salir a las siete de la mañana, a las nueve de la noche aún estábamos haciendo guardia en la puerta de la residencia de los jugadores esperando para hacer a Fernando Llorente. Fue una jornada laboral muy larga, como la mayoría de las que se viven de enviado especial, pero volvió a merecer la pena porque este es el mejor curro del mundo.
Ayer fue un día también reconfortante en el plano profesional. Entrevistamos a Puyol. Siempre he mantenido una relación más que correcta con Carles, pero nunca me había dado una entrevista. Ni en Marca ni en Cope. Y en esta concentración ha abierto la mano. Y ahí le tenéis en la portada del AS de hoy. Como decía el chavalito de La Libreta de Van Gaal (creo que le conozco, no estoy seguro) en Twitter esta mañana, en Sport y en Mundo Deportivo no sacan a ningún madridista en portada, a no ser que sea para mofarse o criticar. En AS ya llevamos una tapa a Xavi Hernández y otra a Carles Puyol, y me encuentro satisfecho por lo que me toca. Puyi es un chaval franco, sin pliegues. Es la Furia del tiqui-taca, el sacrificio y el carácter de esta España ganadora. Le haré más entrevistas. Fijo.
Lo único que no me ha salido muy allá es el encargo de entrevistar a personajes secundarios del entorno de la Selección. Hice al repatriado Manolo el del Bombo, a Celino Gracia Redondo y a Javier Arbizu. Pero Silvia, la delegada, no concede entrevistas. Miguel Gutiérrez, fisio histórico que cumple seis Mundiales, también ha declinado mi petición. Así como, Esther Gascón, una de las Supernenas de la Federación, conocida por ellas como la ‘Princesita’. Esther, la responsable de internacional y la jefa de protocolo de la Real Federación Española de Fútbol, me debe la entrevista de la Euro2004. Lo volví a intentar en 2006 en el Mundial de Alemania y en la Euro2008 no cumplió su promesa de darme la entrevista si quedábamos campeones. Todo estaba preparado para este Mundial cuando dos árbitros la pifiaron en el Alemania-Inglaterra y en el Argentina-México y salimos con lo de ‘Villarato sin fronteras’. Ella es la número de tres de la Federación y considera que no le tiene que dar una entrevista a un diario que pone lo de Villarato. Respetable. Pero no ha cumplido su palabra. Pero bueno… El otro día entré en El Tirachinas para saludar a Abellán. Fueron cinco años maravillosos.
El ritmo del autocar es cansino, el paisaje monótono y Serrat canta por Spotify Soneto a mamá. El Frenadol hace el resto. Las manos no me dan y dormito con el mismo sueño de cada noche: ¡¡¡Campeonar en el Mundial!!!
P.D.Ya os he subido las fotos. La que abre trata de que en Potchefstroom ya se han percatado de que España no es sólo el Barça (ver) y han sustituido el escudo del FC Barcelona (ver) por una foto de jugadores de la Selección...
GALERÍA
Escrito por Matallanas | 3:40 p. m. | Enlace permanente