Sensaciones corvengentes (Por Antonio Sanz)
el rincón de judas. artículo publicado en público el domingo 7 de noviembre
Por Antonio Sanz
Dos goles de Raúl González, el viernes con el Schalke 04, presagian un mal augurio para el Atlético en el clásico. Dieciséis años después de acuchillar por primera vez de once al equipo de su infancia, el madridista, exiliado en Alemania, ha querido dar la nota. Estelar tantos días, participó como titular en la última victoria rojiblanca. De aquel once ningún superviviente, pero sí de aquel partido: Casillas. Bizzarri fue expulsado e Iker saltó al césped, sin vivir ya movimientos de marcador. De aquella noche, dos detalles: Toshack regaló veinte minutos a Etoo mientras Valerón se afianzaba como el interior derecha suplente de Ranieri. Casillas, que acumula ese único disgusto, personifica una década tenebrosa para los niños atléticos que ven en el portero al villano que mantiene la tragedia. Éste, el de la edad del meta, quizá sea el último bastión que sostiene la esperanza para no rendirse: a más años, menos rendimiento anhelan los infantes, que desconocen que la ecuación no siempre gana. Y de gran capitán, que no de soldado a pie, actuó Antonio López con Jordi García, preparador físico del equipo. García, que trabajó en el Real Madrid de Schuster que ganó la Liga, usaba en el salvapantallas de su ordenador una imagen propia celebrando ese título en La Cibeles. No se cortaba el trabajador catalán cuando en las sesiones de trabajo lo primero que observaban los jugadores, previo a la charla teórica, era su euforia en la fuente talismán madridista. Al capitán, y atlético, se le inflaron las tres meninges y solicitó al susodicho que modificara la apertura de la máquina.
Para cumplir el sueño, los menores de once años se detienen en cuatro héroes para aniquilar al dragón que se crece tanto a orillas del río, como cuando defiende el castillo. Forlán, en retiro espiritual para aclararse a sí mismo, suma tres dianas consecutivas en los últimos tres duelos; Kun, con la renovación pactada, ha logrado el reto dos veces en ocho partidos; Reyes, que nunca marcó al Madrid con el Sevilla, un gol en cuatro encuentros; y Simao, que hizo diana en su única aparición con el Barça, suma un gol en seis choques. Demasiadas situaciones convergentes para romper la secuencia.
Escrito por Matallanas | 8:22 p. m. | Enlace permanente