el rincón de judas. artículo publicado en público

Por Antonio Sanz

La imagen de Sergio Canales acalambrado el pasado jueves en el Ciutat de Valencia dista mucho de aquellas que recuerdan al joven, vestido de racinguista, enamorando a las gentes del Fútbol como gran promesa de futuro. El Real Madrid desenfundó el primero y se hizo con la perla de Santander, valor deseado fundamentalmente por el Manchester City. Entonces, Florentino midió entre el deseo deportivo y el empuje mediático que rodeó al cántabro esas jornadas. Así ganó la partida a los ingleses cuyo único bastión era la codicia económica que quedó desnuda frente a la historia y al presente que proponía el club blanco. Ni un buen puñado de libras logró seducir a la familia del joven español más prometedor del mercado. Pero en sólo unos meses parece que esa estrella se ha apagado. No lo creo. Estimo el hacer negociador de Francisco Pernía que, forzado por la presión popular y paternal, traspasó al chico aunque salvaguardando el interés de la entidad. La ecuación que conformó resulta reveladora: o juega en el Real Madrid o juega en el Racing en la Liga 2010-11. Así de simple y así de eficaz. El presidente incluyó una cláusula ‘anticapricho’ de cinco millones de euros que debía recibir el club montañés si Pérez o Valdano optaban por cederlo antes del próximo 30 de junio.

El Real Madrid se encuentra en un callejón con una única vía de escape: o lo cede en este mercado invernal al Racing o comparte gasto con el club que quiera llevárselo cedido hasta el verano. Las telarañas que habitan en las cajas fuertes de las sociedades anónimas deportivas -sólo el Málaga escapa de la crisis- no permiten dispendios. Vamos que quien se lo plantee debe abonar casi un millón de euros al mes para poder contar con el jugador. En lo deportivo, Mourinho no pinta cambios. Es más, el chico de 19 años otea la cuesta más empinada con la plena recuperación y reactivación futbolística de Kaka. Con contrato hasta junio de 2016, las pinceladas demostradas a cuenta gotas con la selección sub-21 nos invitan a ser optimistas. A Canales ni se le ha olvidado jugar ni ha perdido ese gusto por el fútbol que provocó su aureola de genio. Valdano debe mover ficha porque los calambres en Valencia han sido el primer aviso.