El enemigo visible (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
No son buenos tiempos para vivir de aquella Etica a Nicómaco de Aristóteles. En su obra, y al igual que Platón y Sócrates, sostiene Aristóteles que la virtud nos ayuda a buscar la felicidad. Esa es la base de la ética. Es difícil ser bueno porque es difícil encontrar el medio y la función de la educación es precisamente ayudar a alcanzarlo. Entre el exceso y el defecto el punto medio es la virtud o magnificencia y Aristóteles llama a los dos extremos más distantes como contrarios. Se refiere también el filósofo a la felicidad, y lo que con ella tiene que ver el placer. Como el hombre es social, necesita amigos para alcanzar la felicidad completa. Para alcanzarla, concluye Aristóteles, será necesaria la virtud más excelsa. Aristóteles, y esto lo digo yo, nunca pensó en Mourinho. Si lo hizo, no creo que fuera en términos virtuosos. Mourinho no sabe de puntos medios y por eso, la Asamblea de compromisarios del Real Madrid y su presidente Florentino Pérez decidieron prescindir de las enseñanzas del filósofo.
Mourinho, que ha elevado el nivel táctico y técnico de los banquillos por mucho que les duela algunos, ha escalado durante los últimos días un peldaño más en su larga travesía hacia el más allá, convirtiéndose en el foco indiscutible de la Asamblea de socios y obligando a su presidente a un férreo y obstinado alegato sobre la figura del técnico portugués. “O con Mourinho o contra él”, faltó por escucharle decir al presidente, abducido por la potente imagen de su entrenador y exigido hasta límites exagerados después de entregarle recientemente plenos poderes en todas las materias deportivas del club y servirle en bandeja la cabeza de Valdano.
Es precisamente el fantasma de Valdano el enemigo más visible que Mourinho se empeña en resucitar cuando vienen mal dadas. Hasta el punto de haberlo convertido en el adalid de ese pseudomadridismo que tanto parece preocuparle a The Special One en la gran cruzada hacia el sometimiento total del pueblo blanco. A ese sometimiento parece también aspirar un presidente monolítico en la relación con 'su' entrenador. Nada que ver con la antigua antropofagia presidencial hacia los banquillos. Dice Florentino Pérez que Mourinho tiene el apoyo del 95% de los socios del Madrid. Un apoyo que parece salir de esas encuestas de encargo que tanto parecen gustarle al presidente. Veremos si con el transcurrir de la temporada es cierto que Mourinho ha sido capaz de ganar la batalla con el único enemigo visible que debería preocuparle. No se llama Valdano, ni tampoco es un periodista. Se llama Barcelona. Juega al fútbol, y juega bien.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 6:28 p. m. | Enlace permanente