artículo publicado hoy en As

Hombrados, con la vena hinchada, cantando el himno del Atleti. Con esa imagen me quedo. Y con la euforia de los casi doce mil que abarrotaron Vistalegre. La mayoría eran futboleros, por sus camisetas, y del Atleti, claro. A los nostálgicos de la mítica sección de balonmano recuperada se sumaron ayer los del sentimiento atlético futbolero necesitados de éxitos, de esos triunfos que les dio tantos años el balonmano. Igual que en el Palacio de los Deportes estuvimos diez mil viendo subcampeonar a aquel equipazo de Cecilio Alonso, Luisón, Lorenzo Rico y compañía ante la Metaloplastica en aquel partido histórico, anoche en el coso de Carabanchel, donde los maletillas buscaban su oportunidad en las corridas nocturnas, la renacida sección de balonmano aprovechó su primera oportunidad para enganchar del tirón, con una victoria rotunda al Barcelona, a los fieles del Atlético, a los aficionados madrileños al balonmano y a bastantes madridistas que disfrutaron viendo como el Barça perdía a algo.

Fue el regreso perfecto, casi soñado, una victoria que será el factor de un nuevo comienzo. Sin olvidar y sumando, por supuesto, a los aficionados del Ciudad Real, la vuelta del Atleti de balonmano es la prolongación, tras una laguna de dos décadas, de una institución protagonista durante medio siglo de la historia del deporte en España. Alucinó el inigualable Dujsebaev, nuevo en la fiesta colchonera. Gozó Cecilio (bonito gesto retirar su camiseta número 3), el mejor embajador posible de este equipo resucitado, igual que disfrutó Carlos Peña historia viva del Atleti, de balonmano y de fútbol. Y Hombrados, con la vena hinchada, cantando el himno del Atleti...