Otra táctica moderna para desprestigiar a Del Bosque
Han pasado ya ocho años pero la decisión de no renovar a Del Bosque por parte de Florentino Pérez sigue marcada por la polémica. Ahora ha vuelto a ser actualidad aquel suceso por la posible negativa del seleccionador nacional a recoger la insignia de oro del Real Madrid en un acto en el que también serán homenajeados dos madridistas ilustres como Plácido Domingo y Rafa Nadal. Y al recordar los motivos por los que se decidió que Del Bosque no continuaría al frente del Madrid, a pesar de haber ganado aquella temporada la Liga, aparecen versiones que intentan dejar mal al entrenador salmantino.
Se ha publicado que Del Bosque no siguió porque no aceptó las condiciones económicas que le plantearon. Se ha apuntado que el único que tomó la decisión fue Jorge Valdano. En definitiva, se ha reactivado la misma táctica que se utilizó en aquel junio de 2003 para reforzar y justificar ante la afición madridista la decisión de prescindir del entrenador que mayor rendimiento sacó al proyecto galáctico.
Sucede que en estos ocho años la imagen de Del Bosque no ha parado de crecer para el madridismo y para todos los aficionados al fútbol en España. Y ya no se puede tirar tierra sobre él por más que se cuenten falsedades. Porque Del Bosque apalabró su renovación con Florentino en casa de éste pero emplazó a que se negociarán las condiciones económicas con Pedro de Felipe, entonces su agente, algo que nunca se llegó a producir. Cuando el 10 de abril de 2003 Florentino Pérez anunció su renovación en directo en Radio Nacional de España únicamente estaba el acuerdo verbal sin negociar el nuevo contrato. “Del Bosque va a ser nuestro Ferguson”, llegó a decir Florentino a sus familiares aquel día que acordaron su continuidad en casa del presidente madridista.
Pero luego, en dos meses, todo cambió. Llegó lo del librillo anticuado, lo de la imagen, aquella búsqueda de una modernidad que, siete años después, se demostró que estaba en el banquillo de la Selección española proclamando a España campeona del mundo por primera vez en su historia. Muchos madridistas fijan en la salida de Del Bosque del Madrid el punto de inflexión para la refundación del club y la ruptura con unos valores y una forma de trabajar que llevó al Real Madrid ser proclamado el mejor club deportivo del siglo XX. Luego llegó la salida de Florentino Pérez de la presidencia en 2006 y su retorno en 2009.
Y en todos estos años ha existido un intento de que Del Bosque quedara como una persona rencorosa y resentida. Adjetivos que se vuelven a utilizar ahora simplemente al contemplar el supuesto de que el ex entrenador del Madrid no acuda al tardío homenaje que le quiere dispensar el club de Concha Espina. Y si Del Bosque decide no ir, no será un desaire al equipo al que ha demostrado un cariño y una dedicación por encima de toda duda. Si no va será un gesto sopesado para no ser hipócrita con las personas que intentaron desprestigiarle durante todos estos años.
Eso sí, si no acude su decisión será utilizada cuando en un futuro se reclame la vuelta de Del Bosque al Real Madrid, algo que posiblemente sucederá, y se dirá que no demostró su amor al escudo y le hizo un feo a la institución. La táctica está perfectamente diseñada. Por eso no se le hizo el homenaje en tiempo y forma y se le mezcló con Plácido Domingo y Rafa Nadal. Mientras, desde que ganó el Mundial, Del Bosque ha sido homenajeado en 185 ocasiones.
A Del Bosque no le sienta demasiado bien que se le señale como una buena persona como el mismo se encarga de repetir cuando se destaca su bonhomía (“Afabilidad, sencillez, bondad y honradez en el carácter y en el comportamiento” según el diccionario de la RAE) por encima de su capacidad como entrenador. Como todo el mundo, Vicente se ha llevado bien y mal con la gente que se ha cruzado en el mundo del fútbol y en la vida en general. No todo el mundo ha hablado siempre tan bien de Del Bosque ni su imagen siempre ha sido la de un modelo a seguir, un ejemplo edificante para la sociedad, como se ha ganado ser en la actualidad. Incluso, entre la afición del Madrid también había críticos con su manera de dirigir como siempre ha habido en la historia del club con los entrenadores. Al frente de la cantera también tuvo gente en contra como suele haber cuando se toman decisiones y como entrenador de los galácticos se insinuaba permanentemente que no trabajaba tácticamente al equipo y que su única virtud era saber tener contentos a las estrellas. Y como futbolista, en el ocaso de su carrera, su relación no fue la mejor con Di Stéfano ya que fue el entrenador que dio la oportunidad a la Quinta del Buitre en detrimento de veteranos como Del Bosque.
Aclarado que Del Bosque no es ningún santo, tan solo un tipo con gran sentido común y un talante estupendo, la maquinaria ya se ha puesto a funcionar para desprestigiarle. Sucede que ocho años después, no es tan sencillo conseguir desacreditarle y ponerle a los madridistas en contra. Y vaya o no vaya a por la insignia de oro del Madrid nadie podrá poner en entredicho su madridismo ni llamarle pseudomadridista. Eso seguro. Aunque lo intentarán. Ya lo están haciendo. El que ha diseñado la estrategia el primero. ¿Quién dijo no?
Escrito por Matallanas | 8:57 p. m. | Enlace permanente