En busca del sueño imposible (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
Comenzaré por dejar clara una cosa. Sigo considerando al Real Madrid en condiciones de poder ganar cualquiera de los títulos que están en juego. Su potencial de plantilla, la profundidad de banquillo con la que cuenta, la riqueza de alternativas futbolísticas que ha ido ganando con el paso del tiempo, la capacidad de su entrenador para fortalecer las convicciones del vestuario... Argumentos suficientes que conviene no tomarse a la ligera, y que, por supuesto, podrían ser perfectamente válidos para ganarle el próximo pulso directo a ese coloso futbolístico que sigue siendo el Barcelona. Un coloso con mayúsculas al que, sin embargo, pudo el Madrid mandar a la lona cuando Cristiano Ronaldo dejó escapar la ocasión del dos a cero. Nadie es capaz de vaticinar el tipo de partido que a partir de ese momento podríamos haber vivido en el Bernabeú. Yo tampoco. Justamente por eso, y lejos de caer en la visión catastrofista que muchos parecen profetizar ahora para el Real Madrid, me mantengo alerta ante la posibilidad de ver como nuevamente se aferra a esa genética competitiva y ganadora de la que también avisó Guardiola a la finalización del partido.
Reconocida la autoridad del Madrid para negarse a aceptar su prematura derrota, resulta inexplicable la forma en la que Mourinho se vio superado por la exigencia táctica del partido. Ninguna de las variaciones que Guardiola fue introduciendo acabó por ser contestada oportunamente por el técnico portugués. Fue un Mourinho ausente y vacio. Muy alejado del entrenador travieso y peleón al que el madridismo se ha entregado sin concesiones. Ninguna señal del Mourinho revoltoso y pillo que, además de levantar lealtades inquebrantables, interpreta el momento y enciende pasiones. Nada de eso se vio por el Bernabeú. La consecuencia de eso es conocida, y deja a varios damnificados entre la plantilla. Traspasa un sinfín de dudas sobre jugadores que hasta el pasado sábado representaban cualquier cosa menos el papel de tipos sospechosos. Por increíble que parezca, el debate sobre Cristiano Ronaldo y su falta de liderazgo decisivo es un debate tan real como necesario. Al igual que Mourinho, CR7 llegó al Real Madrid para acabar con la hegemonía del Barcelona. Su reto permanente con Messi y consigo mismo parecen generarle efectos contradictorios. No se trata únicamente de clamar por su falta de acierto en el momento clave del partido grande, sino de encontrar explicación a la precipitación y las malas decisiones que tanto le han señalado.
Se trata ahora de saber hasta qué punto son capaces de confundir determinadas obsesiones. La realidad de los números de Mourinho cuando se ha enfrentado al Barcelona le colocan en clara desventaja. Dos victorias, tres empates y siete derrotas no deben reducir su papel al de un simple perdedor. Tiene enfrente a un equipo de época. Un equipo que dispone de algunos de los jugadores que cualquier entrenador se conformaría con dirigir un sólo partido y hacer realidad el sueño de su vida. Mourinho, por el contrario, puede hacer realidad otro tipo de sueño. Un sueño que no es imposible. A tiempo está.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 2:02 p. m. | Enlace permanente