Se habían cargado las tintas en todas las radios que daban el partido en directo, en los bares de Madrid no se hablaba de otra cosa, en cuanto pite el árbitro Florentino le echa... Y llegó Luxe y sacó a Raúl Bravo por Robinho, todos pensaban (pensábamos) que se estaba suicidanto y el lateral izquierdo titular en la selección en la etapa de Iñaki Sáez redujo distancias. Y luego fue el 'acabado' Zidane el que marcó el empate. Y parece que Luxemburgo puede respirar al menos hasta el sábado, que Schuster le puede quitar la bombona de oxígeno si el Getafe le moja la oreja. Parece que será así. Y si el agua que ha caído en Anoeta ha reverdecido la flor de Luxemburgo, no sólo no le echan sino que igual cae algún título. Aunque viendo jugar al Barcelona (¡qué maravilla!), el Real Madrid tiene nada o muy poco que hacer por más que Luxe recupere su flor.

P.D. Al que debe cesar Luxe es a su ayudante Paulo Campos. ¡Cómo puede rajar así de Guti!