FLORENTINATO Y CHULAPÓMETRO: ENTENDIENDO MAL NUESTRA GRANDEZA
Parece mentira que haya muchos madridistas que no vean todavía el vulgar encantador de serpientes que ha sido Florentino. Ahora que se acabó esta etapa ¿ Por qué se empeña el madridismo en seguir vivendo en la burbuja galáctica?. Señores, este proyecto no se aguantaba por ningún sitio desde el inicio ni aún ganando. Lo ha dirigido un forofo, una portera de Nuñez que ha fichado cromos siendo incapaz de hacer un equipo en 6 años aún con todo el dinero del mundo.
El madridismo ha vivido durante el Florentinato un periodo psicológicamente muy intenso, de mucha presión. Tanto afición como prensa hemos considerado de forma exagerada el reinado de Florentino como la reedición de una época mítica: la de las 5 copas de Europa, la de Di Stéfano, Puskas,Gento... Aparentemente nunca antes ningún presidente tras Bernabéu habia logrado reverdecer los valores y sentimientos máximos del club blanco: la grandeza, el señorio, la leyenda, la heroica del que se siente invencible. Su gran logro fue convencer que con él, via pelotazo y deuda solucionada, volvia ese Madrid glorioso y todo cuánto significaba. TODO MENTIRA. Si algun legado deja el Florentinato es un triste impacto en la psicologia del aficionado blanco que ha dejado embelesarse por un imaginario mundo de grandeza totalmente alejado de la realidad más immediata. Tan sólo asi se entiende como tras con un 6-1 desenpolvamos el “espiritu Juanito” y aquí no ha pasado nada.
Ante este panorama no nos extrañe que tras su marcha el madridismo siga creyendo en Florentino, en su modelo galáctico y en sus valores. Obviamente se criticará su adiós por la inoportunidad y el bagaje deportivo pero se señalará como máximo culpable al vestuario por encima de su figura. Y tiempo al tiempo, se llegará incluso a excusar al ex-dirigente por ser victima de su propia grandeza, de su ambicioso proyecto galáctico. ¡ Hagamos de él un mártir!¡ Redactemos odas por Florentino! Bochornoso. Si en Barcelona tienen el CAGÓMETRO para medir el trastorno de la culerada, en Madrid tendriamos que instalarnos de vez en cuando un CHULAPOMETRO para medir el grado de autoconvencimiento de bobadas a que llegamos los madridistas por entender mal nuestra grandeza.