Madrid me Mata (Sport, 20-4-06)
En política, los primeros balances de los presidentes se hacen tras sus primeros cien días de mandato. Y en esas primeras doce semanas se suele ser benevolente con él. En el fútbol se ha imitado esta costumbre, pero Fernando Martín, el presidente blanco que no ha salido de las urnas sino de la renuncia y elección a dedo de Florentino Pérez, ha decidido dirigirse a los socios a los cincuenta días de mandato. Una carta extensa para decir que la situación económica es saneada (tanto repetir lo de la necesidad de reducir gastos ha hecho sospechar que en las cuentas del Madrid había gato encerrado y había que aclararlo) y para pedir unidad. Si leen la misiva, publicada en Realmadrid.com, como un pregón y se imaginan a FM leyéndola, la escena se parece a la del pregonero de Bienvenido Mister Marshall. Y la sensación que se palpa por el Foro es que las líneas que les ha dedicado el nuevo presidente por un oído les ha entrado a los madridistas y por otro les ha salido.
Y es que ayer no había otro tema en Madrid que el Milan-Barça. En cualquier bar, en el trabajo, con los colegas, en las tertulias el protagonista era Carlo Ancelotti. Ya se le veía como técnico del Real Madrid y se analizaba como hubiera reaccionado el Bernabéu si perdiendo hubiera sustituido al cerebro del equipo (Pirlo) para sacar un lateral (Maldini) y adelantado al lateral (Serginho). Y luego un cambio lateral por lateral (Cafú por Stamp) y después Ambrosini por Gattusso… La coincidencia era total y todos se aventuraban a decir, como comentamos en el Tiempo de Juego de la COPE, un servidor y Axel Torres, nada más realizar los cambios, que ese tipo de sustituciones no se entenderían en el Bernabéu. No sé si Ancelotti lo tiene cerrado con el Madrid, pero lo que sí es palpable es que Ancelotti ha perdido puntos entre el madridismo con este partido.
Ancelotti ahora mismo está ‘cocinado’ por el madridismo que se ha quedado, de momento, sin el último clavo ardiendo al que se había aferrado. Porque el fútbol del Milan de Ancelotti no enamora como el juego del Barça de Rijkaard y Ronaldinho (¿¡por qué no le fichaste Florentino!?, repiten los madridistas cada vez que saca su varita mágica). Porque las portadas de los deportivos de Madrid alaban con grandeza la gesta del Barcelona en San Siro (en un hecho que en el viaje de vuelta del Puente Aéreo mediático es inhabitual por no decir imposible). Porque el ‘pregón’ a los madridistas de FM no ha sido tenido en cuenta. Porque las estrellas del Real Madrid están mucho más desprotegidas que las del Barça (¿se imaginan que Beckham o Ronaldo viajasen a Arabia Saudí seis días antes de una semifinal de Champions por motivos personales como hizo Etoo la semana pasada y se enfundasen la elástica de Al Ittihad? ¡La que les cae es pequeña!) Por todo esto y mucho más, sobre todo por su fútbol encantador, en España el Barcelona ha ganado la partida al Madrid. Cierto es que aún le quedan ocho Copas de Europa para alcanzarle, pero el presente es blaugrana. Hace 16 años exactos, cuando los Celtas Cortos escribieron aquello de “20 de abril del 90”, el presente era merengue. Y le sacaban seis Copas de Europa al Barça. Pero ese es el pasado.
*He colgado aquí en el blog la columna íntegra que envie ayer el Sport, pero me pasé bastante de espacio y me tuvieron que cortar al editarla. Aprovechando que aquí no hay límite de espacio os vuelco la columna íntegra.
Escrito por Matallanas | 2:41 p. m. | Enlace permanente