Los apuntes del Zurdito
EL MUEBLE DE EMERSON
Por José Luis Hurtado
El Bernabéu sin pitos no es el Bernabéu. Mientras el Camp Nou se ocupa de meter miedo al árbitro, el Bernabéu actual está más preocupado en pedir autógrafos y machacar a los suyos. Entre las pitadas y la paciencia transcurre la historia blanca. Por ahí han pasado fenómenos sobrenaturales. Sólo recordaré varios: Roberto Martínez jugaba al lado de Santillana, aunque parecía más un pívot que un delantero con sus medias bajadas; Isidro se trompicaba en sus extraños regates (¡¡¡ese tío juega porque es amigo de Boskov!!!, se oía en el Fondo Sur), luego marcaba un gol y todos para casa; Spasic llegó con el apodo de El Agente (aún no se sabe si trabajaba para el enemigo); Villarroya cabalgaba por la banda antes de centrar casi siempre al pipero de detrás de la portería; Prosinecki poseía el balón como un niño malo y no se lo soltaba ni al árbitro. Por no hablar de los pitos que soportaron Michel, Martín Vázquez, Juanito, Gallego y otros supuestos y legendarios tuercebotas. Ahora el Bernabéu tiene un regalito, carne fresca, póster de comprar y tirar.Es el hombre que va por el campo como si tuviera un sofá en los hombros, más conocido como Emerson.
Se ha iniciado la cacería. En realidad la inició sin querer Ramón Calderón cuando le presentó como Ernesto, un pasaporte al cachondeo para toda la temporada. El Bernabéu lleva camino de ser para Emerson una tortura. Sin gasolina en sus pulmones lo devora hasta Luccin. Está demasiado fresco el arte de Zidane. En tiempos de jogo bonito, él abandera el jogo feo, o sea el pase corto, la destrucción, la carga con el hombro, la falta táctica. Es capaz de celebrar una victoria en el Ruiz de Lopera como si fuera La Masa, el Increíble Hulk. Como no le llegue rápido la poción mágica, el futuro del jefe de Mudanzas Emerson es bastante renegrío.
No es un anciano. Es verdad que ha llegado con 30 años en el DNI y 45 en las piernas. Lleva plomo en las tibias. Ha pagado el que se ha dejado el hígado por otros. Ha sido un mirón de los regates de los demás. En su carrera ha sido guardaespaldas de estrellas como Totti, Ballack, Ronaldinho, Del Piero, Kaká etc. Ahora está fundido y confundido, agotado y acogotado. Está el temita como para pedir paciencia. Da igual que se lleve un mes de temporada o que los goles sean culpa de otros. No hay tiempo. Es el Madrid de la comida rápida, el devorador. Como se le pida hacer un túnel el disparate va a ser histórico. Aviso a los padres: hay peligro de que un niño lleve la camiseta de Emerson y en el recreo se la chinguen para luego quemarla. Es el elegido para la hoguera 2006-07 (que se ande con ojo Cannavaro, que igual va al mercado de invierno). Sólo falta que se le caiga el sofá en el pie. Pobre Ernesto, digo Emerson.
Escrito por Matallanas | 5:07 p. m. | Enlace permanente