¿Os suena?
EL MADRID SE VISTE DE AZUL
Por Alfredo Duro
De un azul profundo y tangible. Azul intenso y penetrante. Candente y victorioso. De un azul …. azulón. Azulón que es propiedad de un Getafe que volvió a sentirse imperial y orgulloso al tener delante un blanco apagado e intangible. Un blanco que se siente herido y avergonzado de tanto maltrato y poco afecto. Blanco harto y empachado de actitudes bobas y mentecatas. Blanco que está que trina y que dice basta. Que es llamado a rebelión y que deja honor y gloria al azulón de los hambrientos. Así de simple resulta la metamorfosis consumada en el Coliseum getafense, en el que fuimos testigos de la llegada del nuevo orden: el Madrid se viste de azul y se llama Getafe. ¡Qué pasada!
Por eso no puedo entender lo que Capello proclama con vana energía desde Bucarest, a la espera del Steaua:“no podemos ser el Madrid de Getafe”.Pero ¿cómo?. ¿Se puede renunciar de manera tan ingrata y hostil a este regalo que el olimpo futbolístico sirve con semejante fraternidad? No doy crédito. Justamente se trata de eso, ser el equipo de Getafe ahora que el Madrid es el Getafe y vá de azul mientras el Getafe se conforma con ir de blanco y llamarse Madrid. ¿Cuál es el problema ahora que, pasados los famosos cincuenta días hemos dado con la gran solución? Siendo el equipo de Getafe, 0-3 y a casa. Fácil… si mantienen el azul.
Se agolpan infinidad de tentaciones para alargar la sombra de duda sobre Capello. Y razones existen para ello. Aún así, resultan muchísimo más evidentes las dudas sobre una larga lista de jugadores que, embriagados por el anodino brillo de la artificialidad, se estrellan de bruces con el fracaso. Pasados los años, contrastada la carencia de títulos y la necesidad de implantar hábitos de trabajo y profesionalidad desconocidos para la gran mayoría, se antoja imprescindible revisar las posibilidades de una plantilla que en muchos casos, no reúne calidad para jugar en el Real Madrid. Un problema tan grave y poco diagnosticado que ha pillado por sorpresa al madridismo en general, incluído el mismísimo Capello.
Nombres como Beckham, Roberto Carlos ó Helguera sufren en sus carnes el implacable paso del tiempo y el exceso del ocio. Zidane fué víctima de una desprotección que ahora sufre en su máxima versión Raúl, y esos efectos acaban por desarrollar en Guti un sentido de la confusión que nadie le ayuda a reparar. Mejía, Raúl Bravo y Pavón se han convertido en soluciones insípidas, condenadas al naufragio en condiciones de máxima dificultad. Cassano se ha hecho hueco en el caos actual a golpe de efectos gastronómicos y de silueta, aprovechando la irresponsabilidad de quien le contrató y un dudoso pasado “capelliano”, y Robinho se sigue preguntando el tipo de bicicleta que conviene utilizar en esta peculiar carrera. Llegados a este punto es necesario tomar aire y contar hasta el infinito para seguir escuchando las previsiones más disparatadas sobre la enésima resurrección de Ronaldo, convertido a estas alturas en paradigma de lo que nunca llegará. También se puede optar por reducir el problema al doble pivote, y la testarudez de Capello en mantener a Emerson y Diarra, pero ha llegado el momento de ser serios y pedir que nunca más se lesionen al mismo tiempo Sergio Ramos, Cannavaro, Michel Salgado, Cicinho y Raúl. Casillas lo agradecerá, y de esa manera el Getafe volverá a jugar de azul y el Madrid de blanco.
Duro ¿os suena?Escrito por Matallanas | 6:10 p. m. | Enlace permanente