LAS FOBIAS DE SAMUEL

Por Antonio Sanz

Ya lo sabéis todos. Etoo se negó a jugar ante el Racing los minutos de la basura. Pero, ¿merece Samuel jugar los minutos de la basura? Posiblemente estemos ante el mejor delantero centro del mundo. Posiblemente nos encontramos ante uno de los jugadores más díscolos del mundo del fútbol. Posiblemente ese marcado carácter rebelde, protestón y soberbio le ha permitido ser el gran futbolista que es. El mismo carácter que le ha conducido a recuperarse en tiempo récord de una grave lesión. Posiblemente, el mismo carácter que espera un barcelonismo, que hasta ayer, le aguardaba asustado como el salvador redentor capaz de marcar esa línea de distancia entre el líder de la Liga y el segundo. Ah, pero es que ante el Racing retornó la magia de Ronaldinho. Lástima que en esa fiesta, Rijkaard mojara con agua la invitación de Samuel.
No es nuevo el acto de rebeldía del africano. No es nuevo el coraje de un guerrero a quien atenaza el banquillo tras cuatro meses peleando contra el calendario. Recientemente reflexionaba en el diario El Mundo sobre su situación. Se declara un futbolista que contagia su ambición. Se define como un hombre que siempre va a cien… hasta en el calentamiento.
Samuel tardó varios años en agarrarse al triunfo. Como la memoria es tan débil como ausente en el fútbol, recuerdo que ‘Samu’ se pegó tres serias costaladas antes de triunfar en este negocio. Las dos primeras pasaron inadvertidas. Qué curioso, una fue en Barcelona. Entonces, Leganés y Espanyol le abrieron su vestuario. Pasó de puntillas por la Segunda madrileña y arrinconado vivió su primer traslado a la Ciudad Condal. La tercera costalada, ¿o tal vez debemos decir puñalada?, se la dio Florentino Pérez. En medio, el despegue de Samuel en la isla de Mallorca: ganó una Copa del Rey con Manzano y venció con Camerún en unos Juegos Olímpicos y dos Copas de África. Pero entonces, el ‘ser superior’ no entendió que era necesario para la galaxia y le deportó al lado oscuro del madridismo. Laporta le recogió como a un príncipe destronado y en dos años, título va y título viene -individuales y colectivos-. Incluso, recordó a todo el madridismo su procedencia y su ira, su fobia y su arrojo, su inmadurez y su osadía, su destino y su final. Todavía retumba en algún despacho madrileño el recuerdo de su voraz ataque al Real Madrid en la celebración de su primera Liga blaugrana.
Por eso, ¿por qué sorprenderse? ¿por qué no entender su calentón? ¿por qué Rijkaard enciende las luces y pone pilas a los taquígrafos para contar con pelos y señales la negativa de Samuel a jugar? Me cae bien Frank Rijkaard. Creo que lo está haciendo muy bien, pero aquí no entiendo el sentido de desvelar un secreto de vestuario, aunque la reacción de Samuel fuera a la vista de todos. Pero, el técnico, tan discreto como comedido, tan prudente como ajeno a la polémica, tan víctima como verdugo ahora, se ha bautizado con un jarro de agua helada en la cocina de su casa. No tan lejos queda el abrazo entre los dos protagonistas del reencuentro de Samuel con el grupo al iniciar un entrenamiento. Entonces, si tanto le esperaba, ¿por qué ahora le castiga con este desplante público? Sólo Frank sabe los motivos por los que optó antes por Messi que por Samuel. Está en su derecho. Pero, el técnico, que también debe ser un buen conductor de grupo, podía haber esquivado el problema con un breve diálogo. No, el marrón fue para Eusebio.
Samuel también cometió un error. En el debe del camerunés, contar hasta diez, aguantar la soberbia, apretarse los cordones de las botas y saltar al césped… sí, aunque fuera en los minutos de la basura. Luego, encerrarse con el técnico en su despacho y cantarle las cuarenta y llevarse hasta las diez de monte, como si de una partida de tute se tratara. Sus compañeros saben quien es y le perdonan. Su técnico, a quien tanto ha dado, debe ofrecer una explicación privada a su futbolista para reconducir la chiquillada. El título está en juego y en el Barça se ha demostrado, Etoo es vital. Ah bueno, que ha vuelto Ronaldinho.

Y BECKHAM RETORNÓ A LA GALAXIA

Le habíamos mandado al cine. Bueno, más que nosotros lo hicieron Ramón, Pedja y Fabio. Los tres mosqueteros del madridismo habían vociferado aquello de “uno para todos, todos para uno”. Los compañeros de David clamaban por el retorno del inglés. ¿Era necesario este numerito para volver a dejar las cosas donde estaban? Eso sí, fotos en la urna del Bernabéu y comportamiento ejemplar del británico que ha dejado, hablando en el campo, en pañales a sus jefes. Otro patinazo del trío que dirige el Real Madrid. Y apunto, les viene otra que no sabrán frenar. Roberto Carlos, una vez recuperado de su lesión, volverá a poner en un brete a la dirección institucional y deportiva de la entidad. Al tiempo.

ROMAN, ¿TANTO TE QUERIAN?

Recuerdo el verano de 2005. César Ferrando invitaba a comer a algunos de los periodistas que le habían acompañado en su travesía por el desierto rojiblanco. Carlos Bianchi ya había sido presentado como nuevo director técnico. Román Riquelme era su apuesta. El argentino se encontraba en Alemania, concentrado con Argentina, dónde debía disputar la Copa Confederaciones. Carlos y Román hablaban a diario. Román se dejaba querer. Incluso, me consta, le apetecía volver a rendir con Carlos… en el Atleti. No pudo ser. A esa comida llegó la fría noticia. El Villarreal anunciaba la renovación de Riquelme. Nos quedamos rotos. En esa sobremesa nos dimos cuenta de que los renglones de Bianchi se iniciaban torcidos. Sólo dieciocho meses después, a Riquelme sólo le ha esperado Boca. Que tengas suerte. El Atleti perdió un jugador, Román, aquel verano, perdió su horizonte.

VOLVIO ‘THE POLICE’

Fue en la fiesta de los ‘Grammy’ y las imágenes de televisión nos dieron la oportunidad de volver a ver como interpretaban, una vez más juntos, un clásico: ‘Roxanne’. Que maravilla. Volver a ver unidos a los tres componentes de un grupo británico que marcó una generación, la mía. Desconozco si tendrán futuro, es decir, si los veremos de verdad sobre un escenario en un concierto. Si no, ya me sirve. Ha vuelto POLICE. Algo bueno nos tenía que brindar la poderosa industria musical norteamericana.