¿Bajará el Athletic a Segunda división? (Por Antonio Sanz)
el rincón de judas (XXIV)
Por Antonio Sanz
Entramos en el tramo final de la temporada. Llegan los nervios, se suceden las especulaciones, se accionan las alarmas y el futuro empieza a depender del funambulismo. El problema es quién es el mejor acróbata para evitar la defunción que supone jugar en Segunda división. Especialmente si se trata de un histórico. De un club que nunca ha descendido al infierno, tal y como lo bautizó en campaña publicitaria otra entidad rojiblanca que sucumbió al desencanto del cambio de categoría. Así las cosas, la sombra del destierro planea sobre Vizcaya y el Athletic de Bilbao trata de agarrarse a la historia y desmarcarse de quienes apuestan por un cambio de escenario.
Sin embargo, muy pocos, de los que conviven en el ecosistema del fútbol, se deciden a ‘bajar’ al Athletic. ¿Por qué? Nadie encuentra una explicación convincente, pero el entorno directivo de este deporte se desmarca del hipotético descenso. Por ejemplo, el presidente de la Federación Española, Ángel Villar -ex jugador histórico de la entidad vizcaína-, significa que espera que “no desciendan los equipos vascos”, en referencia a los dos clubes que soportan una crítica situación: Real Sociedad y Athletic. Uno, el donostiarra, mantiene la esperanza, pero parece insostenible que mantenga la categoría; el otro, el bilbaíno, tras años de coqueteo, parece embocar directo, tal y como se desliza una bola de billar, en el agujero de la Segunda división. Ajenos al debate, otros clubes observan desde la distancia
geográfica el deterioro de los dos históricos. Así, Nastic, Celta y Levante, el Betis con algo más de respiro, escuchan perplejos las palabras de Villar o atienden con rubor al renuncio de Mejuto González en San Mamés. El árbitro asturiano deseó al capitán del Athletic la mejor de sus voluntades: “va, Joseba, que seguro que os salváis”. Las cámaras de Cuatro TV dejan en mal lugar a un juez que debe guardar sus deseos para el salón de su domicilio. No es la primera. Incluso, levanta una sospecha que después de su actuación se acentúa. Que se lo digan a Quique Sánchez Flores. El técnico del Valencia acudió al encuentro del trencilla para reprocharle su actuación sobre el mismo césped de Bilbao. El se está jugando la Liga, el Athletic, la categoría.
Así las cosas, las últimas nueve jornadas del campeonato se van a seguir con lupa. Más le valdría al colectivo arbitral que afinara. Será difícil porque los errores conviven, como es lógico, con el silbato. De todos modos, la sospecha planea en el fútbol español. ¿Ayudarán los árbitros a que el Athletic no pierda la categoría? Al final del torneo, los méritos de los futbolistas vizcaínos serán los que soporten su propio calvario. Después de nueve meses de competición, malo será que sus rivales sólo se fijen en los que visten de negro.
STOICHKOV, AL RUEDO
Han destituido a Fernando Vázquez y han nombrado al búlgaro nuevo entrenador del Celta. El histórico jugador del Barcelona deja la selección de su país para afrontar el reto de mantener a los gallegos en Primera. Desconozco los motivos que han llevado a la secretaría técnica viguesa a apostar por el nuevo técnico. Desde fuera, parece que el carácter de Hristo es determinante. Vamos, que buscan más un psicólogo que un entrenador. Por el bien de varios colegas que tengo en esa plantilla, que tenga suerte.
el duo gabana
Así bautiza en privado mi amigo José Manuel Cuellar a los tenistas que pelearon por el punto de dobles ante la pareja número uno del mundo. En Estados Unidos, Verdasco y López vendieron cara la derrota ante los gemelos Bryan. Cómo se puso el partido, que lejos de cambiar para ver el Athletic-Valencia, me quedé enchufado a La 2 hasta que hincamos la rodilla.
Las trampas
Me sorprende leer tanto ético en el periodismo. Lo digo por el gol del Atleti en Villarreal y por quienes reprochan que los rojiblancos no tirasen el balón fuera. Muchos a los que he leído estos días han compartido conmigo cancha en La Ermita jugando al fútbol sala. Había que verlos jugar… y actuar. En fin, que barato es escribir y qué caro recordarse. Ah, que no se trata de actores.
Escrito por Antonio Sanz | 5:10 p. m. | Enlace permanente