El fuego del Madrid (¿Os suena? Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
Los números demuestran que cuando Diarra y Emerson juegan juntos el Real Madrid gana casi siempre. Así ha ocurrido en diez de los catorce partidos en los que ambos han sido titulares. Esos mismos números dicen que cuando Raúl juega como lo que es, delantero, sus posibilidades de marcar se disparan hasta convertirle en la pesadilla que durante más de diez años ha sido para los porteros de todo el mundo. Si seguimos con los números nos daremos cuenta que Van Nistelrooy ha mejorado en su primera temporada casi todos los registros que Ronaldo había establecido con anterioridad. Me animo y sigo por este sendero para tirar de números y comprobar que Iker Casillas está muy cerquita de conquistar el Trofeo Zamora. Tan cerca que sólo Abbondanzieri se interpone entre él y el título que todo portero tiene en su álbum de sueños.
Cómo será esto de soñar que, incluso Robinho, empieza a parecerse de verdad al jugador que desde Brasil señalaban como candidato a ocupar el trono de “O Rei Pelé”, y a sus bicicletas y filigranas empieza a sumar profundidad y goles. Viendo el punto de nervio y fuerza que Sergio Ramos aporta desde el lateral y las ganas de mejorar que reconoce en la distancia corta Cannavaro, no queda más remedio que reconocerle al Madrid que en el momento más importante de la liga no sólo está a dos puntos del liderato, sino que además, empieza a ser un equipo reconocible.
Después de enmudecer el Camp Nou y sembrar la duda generalizada por la inesperada demostración de buen fútbol, el Madrid no ha hecho otra cosa que ganar partidos. Aquello fue una inesperada señal que, con el tiempo, ha servido para que el madridismo construya una torre de esperanza que cada semana es un poco más alta. Torre que para algunos sigue siendo frágil y artificial, pero que de puertas para adentro parece forjada con acero indestructible. Por eso empiezo a tomarme muy en serio, como me reconocía recientemente un alto cargo del club, que lo verdaderamente extraño sería que el Madrid no empezara a jugar bien un día de estos y ya no dejara de hacerlo hasta el final de temporada.
La realidad de la situación actual es que el Madrid ha superado los diagnósticos más crueles y despiadados. Han sido tantos y tan concluyentes los juicios de valor que le negaban cualquier posibilidad de competir con Barcelona, Sevilla Valencia ó el mismo Zaragoza que se entendería cualquier reacción procedente del vestuario. Por eso hay que seguir confiando en que los elementos más influyentes del club, los jefes del vestuario, no caigan en la tentación de responder fuera del campo la lista de afrentas y mantengan apagado el fuego de la venganza dialéctica. El único fuego que les ayuda está a muchos kilómetros de distancia y lo mantiene encendido Samuel Etoo.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 5:49 p. m. | Enlace permanente