*artículo publicado en el programa del partido Getafe-Barça que ser repartió antes del encuentro

Por Alfredo Duro

"Oh, extranjero, informa a Esparta, si pasas por allí, que aquí hemos caído defendiendo su ley”. Así reza la inscripción erigida en el monumento con un león que recuerda en el paso de las Termópilas el lugar donde cayó el rey espartano Leónidas, que al frente de trescientos soldados combatió al ejército persa y logró con su heroico comportamiento salvar al imperio griego de la invasión del rey Jerjes. La historia ha reservado para Leónidas y sus trescientos soldados el lugar que con su valor se ganaron en el campo de batalla, por eso su ejemplo permanece en el tiempo y aviva el orgullo de los que no saben rendirse.

No encuentro nada que se me parezca más a las Termópilas que las semifinales de la Copa del Rey. Es tal la superioridad que se le otorga al Barcelona después del resultado del Camp Nou que sólo el espíritu espartano que poco a poco se ha ido apoderando de nosotros nos hace confiar ciegamente en ese puñado de jugadores azulones que esta noche han decidido que también a ellos la historia les tiene reservado el lugar que se merecen. Porque tampoco han aceptado la rendición sin gloria alguna que su colosal y formidable enemigo les ofrece, y le gritan a aquellos que desprecian su valor que Getafe defenderá sin tregua el paso que les conduce a la final de Copa en el Santiago Bernabeú.

Un paso que requiere el aliento de todos. Si hay algo que diferencia a nuestro Geta con el resto de equipos de nuestro fútbol es su capacidad para hacer realidad los sueños. Sueños recientes todos ellos, y por eso, sueños más intensos y poderosos. Ahí radica nuestra fuerza. En nuestro empeño por agrandar la leyenda que el Getafe está construyendo y hacer posible la remontada que el mundo nos niega. Sabiendo que otros han conseguido antes quebrantar las rígidas leyes de la lógica y edificar el fresco impulso que nos hace creer en el triunfo. Creer para conquistar otro pedazo de historia y ser por un tiempo el centro del universo futbolístico.

Trescientos espartanos lucharon junto a Leónidas y trescientos getafenses desafiaron las leyes de la lógica para acompañar al Geta en el Camp Nou y demostrar que la victoria no es sólo cuestión de números. Se adueñaron de la noche con los goles de Nacho y Güiza que hicieron tambalearse al gigante, y aguantaron firmes y juntos su intimidador ciclón. Por eso presiento una gran noche en el Coliseum. Porque los trescientos se multiplican …“y todos sabrán que trescientos espartanos dieron su vida para defenderla”. Y todos sabemos que el Getafe aguantará de pie, y entonces seguirá hablando la historia.

Duro ¿os suena?