Pepe y los 30 (Por Alfredo Duro)
¿Os suena?
Por Alfredo Duro
Seamos claros desde el principio. Lo de Pepe por el Madrid no solamente nos ha cogido a todos rebañando las sobras del fiasco resultante de la negativa de Chivu, lo que realmente nos ha impactado es la cifra de treinta millones de euros que, rápidamente, el Oporto ha hecho pública como cifra oficial por el traspaso del jugador. Una pasada. Un diabólico ejercicio de Pinto da Costa, pope eterno de los dragones, como malabarista de las finanzas. Una cándida e increíble generosidad madridista en el manejo de su economía. Un alarde de elasticidad en el valor de mercado de un jugador por el que nadie, ni el propio Real Madrid, hubiera imaginado hace un par de meses que se llegara a pagar semejante pasta. Una demostración de lo fácil que, por lo general, resulta salir a hacer la compra con dinero ajeno.
Dicho esto no resulta sencillo ponerse a hablar de las excelencias del jugador. Un central completo, con un punto de agresividad y fuerza que le será necesario desde el primer momento para sobreponerse a la tradicional desventaja que desde el origen de los tiempos tienen los defensores del Real Madrid con relación a los delanteros contrarios. Ya saben. Esa extraña especie que acostumbra a llegar al área con grandes espacios y en fase final de aceleración para sembrar el Bernabeú de dudas con relación a los sucesores de Hierro, Sanchís, Gallego, Maceda, Benito y toda aquella gente que tanto imponía. Ahora, los centrales de nuevo cuño como Samuel, Woodgate y Cannavaro sólo imponen un gasto excesivo que, con la excepción de Sergio Ramos, un lateral que juega como central y viceversa, casi nunca justifican en el césped.
El tiempo dirá si, como en el caso de Sergio Ramos, la inversión pasa pronto al olvido y el rendimiento de Pepe entierra las sombras que generan los treinta kilos de gasto. Aún así, no es buena para el Madrid tanta libre interpretación como suscitan determinados fichajes. Empieza a ser preocupante la algarabía que despierta en cualquier lugar del planeta el interés del Real Madrid por cualquier jugador nativo. Una cosa es ser desprendido y otra muy diferente hacer de la generosidad un motivo de burla y sospecha al mismo tiempo. Desconozco lo que van a encarecerse las negociaciones que el club tiene abierta en la contratación de otros jugadores pero sí conozco los parámetros de comportamiento que el fútbol es capaz de poner en práctica a partir de un determinado hecho, y en ningún caso me parece que el Madrid pueda salir beneficiado económicamente de lo que ya se puede denominar el “efecto Pepe”. Que pase el siguiente.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 7:29 p. m. | Enlace permanente