El dueño de la tristeza* (Por María José Navarro)
artículo publicado en la razón el pasado 28 de mayo de 2007
Por María José Navarro
Una cosa buena le tengo que reconocer a Gil Marín durante esta temporada. El calendario de los jugadores con los niños acondroplásicos estaba precioso. Todo lo demás, es de una tristeza insoportable. Yo jamás he estado en el palco del Calderón. Pero que esto no parezca un reproche. Todo lo contrario. Me proporciona la libertad necesaria para decirle a este señor y a todos lo que se sientan a su alrededor cada partido que ha llegado el momento de señalarles como los verdaderos responsables de esta penuria y que han abusado de una afición que ya no se traga más el disfraz de “pupas”. Que nos han rebozado por el morro que fue su dinero el que nos salvó de desaparecer para callarnos la boca creyendo que vamos a olvidar la magnífica plataforma que ha sido el Atlético para su desembarco en otros negocios, incluidas varias alcaldías. Que su política empresarial para este club ha sido bananera. Que han aparecido en todas las sospechas y en alguna sentencia, con una intervención judicial de por medio. Que ni siquiera supieron mantener el espíritu del año del doblete: se cargaron los réditos a la vuelta de la esquina porque les interesaba más el ladrillo que el césped. Y que están acabando con la alegría de Fernando Torres que ha sido, durante muchas tardes, la nuestra. Hagan algo bien. Dejen que se vaya a otro equipo. Se lo merece. Por lo menos, habrá un colchonero feliz.
*Por lo menos, en esto, te hicieron caso, María José. Y ese querubín colchonero es y está feliz...
Etiquetas: Fernando Torres, María José Navarro
Escrito por Matallanas | 1:15 p. m. | Enlace permanente