CR7, Ferguson y los bocazas (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
Que no se me olvide en las próximas líneas acordarme de la pésima y lamentable gestión que Carlos Queiroz, cansino escudero de este mascachicles ridículo en el que se ha convertido un tal Ferguson, hizo de la plantilla del Real Madrid, al poco de perpetrarse el atentado futbolístico que sus valedores cometieron con Vicente Del Bosque. Mientras tanto, conviene que aquí dejemos claro que, durante un tiempo, el madridismo popular y el mediático, los dos, aplaudieron sin condiciones el gasto escandaloso que, para las arcas del club, significaron los fichajes de tipos como: Figo (60 millones de euros, más el 16% del i.v.a.) y el venerable Zinedine Zidane (76 millones de euros, sin entrar en una historia de comisiones con un tal Luciano Moggi al que la justicia italiana señaló hace un par de años como principal responsable de la corruptela que provocó el descenso de categoría de la Juventus de Turin). Vinieron, triunfaron, ganaron títulos (Zidane más que Figo), se fueron a no sé donde, y aquí sigue el Real Madrid, coleccionando portadas de periódicos y demostrando que su poder de seducción no está al alcance de los demás. Se siente.
Así las cosas, resulta patética y escalofriantemente absurda, la obsesión que demuestran algunos de aquellos que se dejaron lo que no tenían aplaudiendo tanto gasto, poniendo ahora el grito en el cielo por las cifras que se manejan en la más que probable contratación de Cristiano Ronaldo (CR 7) por el Real Madrid. De repente les ha entrado un inclasificable ataque de tacañería y falsa moderación económica, únicamente amparada en su triste obsesión de seguir poniendo peros a todas las actuaciones que Ramón Calderón intenta llevar a cabo en nombre del mismo club que presidió aquél que abrió el melón del dispendio y la locura del gasto. Mucho bocazas anda por ahí.
Porque nadie es tan necio para no reconocer que 80, 90 ó 100 millones de euros son una pasta gansa que nadie debería, nunca jamás, gastarse en un fulano futbolero, aunque sea el mejor del mundo y se llame Cristiano Ronaldo (CR 7). Pero ya que se trata de hacer números y buscar la comparación, también sería de necios negar que, pasado el tiempo, y visto el rendimiento de otras figuritas de medio pelo (Ronaldo, Beckham, Robinho y cía), la operación representa un gasto que se puede asumir y que genera menos riesgos de los que el Real Madrid asumió con aquellas otras LOCURAS.
Dice Alex Ferguson tal cantidad de chorradas cada vez que abre la boca para defender la permanencia de CR 7 en el Manchester United, que dan ganas de meter la mano en el baúl y sacar aquella histórica cacería particular que Luis Aragonés, nuestro Luis, emprendió contra “La Pérfida Albion” con aquello de los negros, los gamos y los lobos.
La llegada del norteamericano Malcom Glazer a Old Trafford, ha dejado a Ferguson sin capacidad ninguna de influencia en la decisión final sobre la venta de un jugador como CR 7. Los americanos, que tienen la cuenta de resultados como principal fuente de inspiración, sabían que la compra del Manchester United por un capital privado como el suyo fue duramente criticada por el mascachicles. Claro que, también supieron que esa misma cuenta de resultados estaba muy por encima de las disputas caprichosas que en el vestuario, y con botas volando por los aires de por medio, ponían en tela de juicio la relación del entrenador con un icono tan indiscutible como David Beckham. Y por eso se lo vendieron al Real Madrid. Y por eso venderán a CR 7. Y por eso me olvido del tonto de Queiroz, que aparece ahora reivindicando Olivenza para Portugal, demostrando que, como diría Luis, está en Inglaterra haciendo de gamo. Peor para él.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 4:26 p. m. | Enlace permanente