Robinho vuela en unas horas a Manchester en un jet que han puesto a su disposición los nuevos dueños árabes del City (se tiró esperándole en Torrejón toda la semana pasada el jet de Abramovich y al final no se le llevó para Londres). Después, tras su presentación por el Manchester City, volará a Brasil para incoroparse con la selección brasileña. Después de cerrarse su salida del Real Madrid con destino al Manchester City, después de producirse una de las operaciones más sorprendetes y extrañas de la historia (la noticia fue filtrada antes de que Robinho supiera que estaba traspasado y diera su OK), tras cerrarse un traspaso que dará mucho que hablar y que no ha tenido nada que ver con lo que ha contado Ramón Calderón hace tres horas en la Ser, Robinho ha conseguido su objetivo de marcharse. Bien es verdad que su deseo era jugar en el Chelsea, pero el Real Madrid no quiso traspasarle en ningún momento, se plantó porque no quería reforzar a un rival directo de Champions. Y, aunque Calderón diga que el Chelsea no apareció durante todo el día de ayer, el de cierre de fichajes, y que el Chelsea sólo llegó a una oferta de 30 millones de euros, fuentes del club londinense y fuentes próximas a Robinho aseguran que el Chelsea llegó a ofrecer 37 millones de euros.

El Real Madrid no iba a permitir la salida de Robinho hasta que no apareció, a eso de los siete de la tarde, la oferta del Manchester City. Sólo entonces, contempló la posibilidad de vender al brasileño, que no se decidió a aceptar su traspaso hasta pasadas las diez y media la noche, cuando había comunicado al Real Madrid que no jugaría más de blanco si no le vendían. Robinho estaba decidido a no jugar más cuando llegó la oferta del City. Por eso la aceptó, antes de saber que le ofrecían aún mejor contrato que el Chelsea, porque se veía sin jugar. Su decisión se reforzó cuando le contaron que se reencontrará con Ronaldo, que posiblemente también será fichado por el City en los próximos meses, y con su ex compañero Elano.

El Real Madrid no lo hubiera traspasado nunca al Chelsea y sólo accedió a venderlo cuando llegó la oferta del City (42 millones de euros en metálico ¡casi nada! Una gran venta, por fin, por parte del Real Madrid, por cierto). Mucho se hablará estos días del traspaso de Robinho y mucho hablará el propio Robinho, el primer futbolista de la historia que ha forzado hasta el extremo para marcharse del Real Madrid. Robinho contará su versión de los hechos, que difiere sustancialmente de la contada por Ramón Calderón. El caso es que el Real Madrid ha vendido a Robinho (alguno tendrá que rectificar y pedir perdón) y no ha fichado a nadie, por más que intentó fichar a Villa, como ha reconocido su agente públicamente, y también contempló la posibilidad de fimar a Berbatov, del Tottenham.