artículo publicado en elconfidencial.com

En los últimos días se ha puesto al fútbol español bajo sospecha. Dos extrañas grabaciones han dado nivel de veracidad a las leyendas urbanas que todo la gente próxima al balompié ha venido escuchando desde siempre. Todo el mundo sabe que existen primas a terceros. El incentivo que se ofrece por ganar es menos reprobable en el plano de la ética, por más que este igual de prohibido. La gente se lleva las manos a la cabeza con los equipos que se venden y se dejan ganar. Eso indigna sobremanera porque un deportista capaz de dejarse perder por dinero deja de ser un modelo para la sociedad para convertirse en otro ciudadano que ha caído en las redes de la corrupción. Porque no hay que ser hipócritas, en el fútbol español hay corrupción como existe corrupción en otros ámbitos de la sociedad. Otra cosa es que a las autoridades políticas y deportistas les interese tirar de la manta. (...)

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