El Barça de Guardiola tiene un fallo
El FC Barcelona se está exhibiendo. Existe una gran diferencia entre el equipo de Pep Guardiola y el resto. Da la impresión muchas veces de que los demás equipos juegan a otro deporte. Evidentemente, como se encarga de reiterar el entrenador culé, el Barça no es invencible y cuenta con puntos débiles.
A la hora de defender las jugadas a balón parado, corners y faltas laterales, el equipo de Guardiola tiene bastantes problemas y ha encajado varios goles. Sucede que Pep está empeñado en defender estas jugadas en zona. Confía en la envergadura de sus jugadores para restar los balones aéreos, pero defender en zona conlleva mucho riesgo y hay que hacer los movimientos perfectos. Se vio ante el Atlético como Ujfalusi remató sin saltar en el área pequeña en un desajuste del marcaje zonal en el que insiste el técnico barcelonista.
Guardiola está trabajando en corregir estos errores y no se descarte que cambie la forma de marcar y acabe imponiendo un marcaje individual, el más utilizado por la mayoría de los equipos, para subsanar un de los pocos puntos negros de su equipo. Porque el sistema defensivo del Barcelona apenas ofrece fisuras salvo en este apartado. Y el potencial ofensivo del Barça precisamente se fundamenta en su forma de defender que se inicia por los tres delanteros que presionan la salida de balón a la defensa del rival y una presión a todo campo del resto de jugadores. Robar, tocar y buscar la portería por el centro o por las bandas, ese es el objetivo: asfixiar al equipo contrario y crear el mayor número de ocasiones posibles.
Siguiendo con las virtudes del Barça, se habló mucho a principio de temporada de que el equipo culé contaba con la mejor banda derecha del mundo con el fichaje de Dani Alves. Le ha costado un poco al brasileño rendir al nivel que lo hizo en el Sevilla, pero ya se encuentra a tope y realmente forma con Messi una banda derecha de ensueño que llega a ‘chulear’ a los rivales como sucedió el pasado martes con Pernía y Simao.
Escrito por Matallanas | 1:46 a. m. | Enlace permanente