Ya se va notando la mano de Abel Resino. Su victoria ante el Barcelona y el empate cosechado en el Santiago Bernabéu, donde mereció una victoria por ocasiones, planteamiento y juego, han cambiado la situación de un entrenador que se jugaba mucho en estos dos partidos. Abel ha demostrado que no es el inquilino del banquillo al Atlético de Madrid sólo por su pedigrí colchonera. Más tarde de lo que a él le hubiera gustado se están viendo los frutos de su trabajo. Aunque él, ni nadie de su cuerpo técnico ni del club, lo va a reconocer ha cogido un equipo que las dos últimas temporadas y media apenas había entrado, un conjunto muy poco trabajado. Y poco a poco se va viendo los frutos de la labor de Abel, que en el Bernabéu ganó la partida en la pizarra a Juande Ramos, dándole un repasito táctico como ya lo hiciera Rafa Benítez en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones..

Abel planteó un partido de desgaste en la primera mitad para intentar llevarse la victoria en la segunda parte. El gol de Forlán en el primer tiempo adelantaba sus planes y consiguió que el Real Madrid entrara en el intercambio de golpes en reanudación. Pudo golear el Atlético, pero el Kun estuvo nefasto en la definición, la portería se le hizo de hockey al argentino y en ella se encontró a Iker Casillas, que desde el domingo y hasta que le haga un gol pasa a ser su bestia negra. Abel, además de preparar y plantear muy bien el partido, motivó a sus hombres haciéndoles jugar con la máxima concentración y la máxima responsabilidad que se exige a un atlético cuando juega cualquier partido, pero especialmente ante el Real Madrid. La decisión de alinear de titular a Camacho fue muy acertada y lo único que no se entiende es que siga dando minutos a Maniche, un futbolistas que no debe ser renovado por los dirigentes rojiblancos y no debería jugar más en el Atlético porque no está para jugar en un grande.

El miércoles se la vuelve a jugar en Oporto, pero las sensaciones que está dando el equipo invitan a los atléticos a ser optimistas. Dos resultado negativos ante Barça y Madrid habrían colocado en una situación complicada al entrenador del Atlético porque el nerviosismo en el club es muy grande debido a los graves problemas económicos que atraviesa. Pero Abel ha ganado cuatro puntos en el Tourmalet de la Liga cuando en la ida no se ganó ni uno y aún le queda recibir al Villarreal en esos cuatro partidos consecutivos que el caprichoso calendario ha provocado que muchos equipos pasen un bache en ese tramo del campeonato en el que les toca enfrentarse a Sevilla, Barcelona, Real Madrid y Villarreal de forma seguida.

Después de su debut con victoria en Huelva, Abel volvió a ofrecer dudas con la derrota en Sevilla y los empates ante el Getafe y el Oporto. Pero ganar al Barça de Pep Guardiola y empatar ante el Real Madrid , siendo manifiestamente superior al eterno rival le han hecho tomar oxigeno y que por unos días en los despachos del Vicente Calderón no se manejen los nombres de Marcelino y Juande Ramos (de no seguir en el Real Madrid, algo que tiene complicado porque ninguno de los candidatos que se presentarán a las elecciones le quieren para la próxima temporada) de cara a la próxima temporada y se vuelve a tener la renovación de Abel como una posibilidad, que se concretará principalmente si el equipo consigue los objetivos de meterse de nuevo en la Liga de Campeones. También sonó, con menos fundamento pero todo es posible, el nombre de Bernardo Schuster. Y si Rafa Benítez no siguiera en el Liverpool y dijera que quiere venir al Atlético le pondrían una alfombra roja. Pero Abel cuenta con todas las papeletas, de seguir en esta línea, de seguir la próxima temporada como entrenador del Atlético de Madrid de sus amores.

Y Abel no se conforma con un empate en el Bernabéu ni una victoria en el campo del eterno rival (finalmente fue un empate pero mereció ganar) le hubiera bastado para salvar la temporada. El Gato aspira a que el Atlético demuestre el mismo espíritu ganador en cada partido ante cualquier rival. Abel quiere que el Atlético vuelva a salir a ganar en cualquier campo y ante cualquier rival, no solo ante Real Madrid y Barcelona. Próximas estaciones Oporto y Villareal. Y Abel no se quiere bajar del tren así por las buenas y hará lo imposible para que no le tiren a la vía y seguir la próxima temporada.