Luis Aragonés: la solución para la selección italiana
Italia ha perdido la flor. Ya le pasó en la Euro2008 cuando la historia cambió para España y batió a la selección transalpina superándola en los malditos cuartos de final. Ayer hizo un año que cambió nuestro sino (ver), para bien, y el de los italianos, para mal. Italia ha vuelto a quedarse fuera de las semifinales en un torneo menor como la Copa de Confederaciones, pero a la ‘squadra azurra’ no está acostumbrada a perder ni en los amistosos.
Aún así, siendo como estaban siendo goleados por Brasil si llegan a marcar un gol se hubieran metido en las semifinales en detrimento de la sorprendente selección de Estados Unidos. Pero esta vez no marcaron y se ven fuera de una semifinal. Los campeones del mundo no están acostumbrados al fracaso, pero su eliminación de la Copa Confederaciones les obliga a hacer un debate profundo en busca de soluciones para el fútbol más competitivo del planeta fútbol. El Calcio lleva varios años de capa caída. Los estadios no se llenan, los equipos no dominan las competiciones europeas, el fútbol es cada vez más rácano y apenas vistosos.
Y la selección italiana no ha hecho la renovación generacional a la que estaba obligada tras ganar el Mundial 2006. Regresó Lippi y no fue capaz de rejuvenecer el equipo. De cara al Mundial 2010, los italianos necesitan una revolución.
Futbolísticamente, los italianos hicieron un buen segundo tiempo ante Egipto, volcados al ataque buscando un empate que evitó el acertadísimo y veterano guardameta egipcio. Pero Brasil les pasó por encima con varios fogonazos de buen juego. En su pobre bagaje en la competición, evidenciaron una alarmante falta de gol y la fantasía de los Baggio, Totti o Cassano, ese fantasista, el talentoso que siempre ha existido en los equipos italianos.
Los italianos son muy orgullosos y sería extraño que buscaran la reacción y la revolución que necesitan en su fútbol en el extranjero. Pero lo mejor que podían hacer para afrontar la renovación necesaria y mejorar su juego sería sustituir a Lippi por Luis Aragonés. El técnico de Hortaleza realizaría el cambio generacional y montaría un sistema en el que el competitivo fútbol italiano también jugaría bien. “No es lo mismo jugar bonito que jugar bien”, repite siempre Aragonés, un enamorado y un admirador, por otra parte, del fútbol italiano. Demetrio Albertini, ex jugador del Milan y del Atlético de Madrid, entre otros equipos, y actualmente vicepresidente de la Federación italiana, conoce muy bien, por cierto, a Luis Aragonés.
Escrito por Matallanas | 3:26 a. m. | Enlace permanente