La cacería de Messi
Entre la forma que tuvo de defender al Barcelona el Racing de Santander y como lo hizo el Málaga hay un término medio. Si los jugadores del Racing estuvieron pusilánimes y blandos, los del Málaga se emplearon al límite del reglamento, con una dureza extrema, para frenar a Messi y compañía.
No se puede permitir que para frenar la avalancha de fútbol que realiza el Barça se haga dando patadas y patadas. Una cosa es la agresividad necesaria para jugar al fútbol y otra la violencia. Los futbolistas del Racing fueron muy criticados tras el partido en Cantabria porque no habían dejado ni un recado en forma de entrada fuerte a los culés. No se analiza que por más patadas que quiera pegar un equipo a los futbolistas del Barça, quizás ni puedan hacerlo porque no les pueden ni coger por la velocidad y verticalidad con la que juegan.
El Barcelona se encuentra imparable y para frenarle no vale con dar patadas como se demostró en La Rosaleda. El equipo que quiera ganarle debe ser muy agresivo, estar muy concentrado, pero nunca conseguirá el objetivo con entradas duras y violentas.
Paralelamente a la cacería que sufrió Messi ante el Málaga (ver agrupadas en un resumen televisivo las entradas que sufrió el argentino es escalofriante) se ha vuelto a abrir el debate de la necesidad de proteger a los ‘cracks’ como Leo o Cristiano Ronaldo y Kaká. Eso siempre es necesario. Pero no hay que olvidar que la protección debe ser para cualquier futbolista porque la durísima entrada que Drenthe hizo a Marc Bertran, lateral del Tenerife, ha dado con una rotura de tibia para el modesto futbolista del conjunto isleño.
No sólo hay que proteger a las estrellas, el árbitro debe extremar su celo en ser severo en este tipo de lances y ejemplarizar expulsando al futbolista violento, haya dado una patada a Messi o cualquier otro jugador. Así se preserva el espectáculo, protegiendo a los cracks y a los jornaleros del balón.
Escrito por Matallanas | 4:55 p. m. | Enlace permanente