¿Por qué no quería Gil Marín renovar a Forlán?
¿Quería realmente Miguel Angel Gil Marín mejorar y ampliar el contrato de Diego Forlán? ¿Por qué han tardado tres meses en alcanzar un acuerdo? ¿Por qué se filtró desde el club como segura su ampliación, justo dos días antes de la primera manifestación convocada de protesta en el partido ante el Racing, cuando Forlán aún no tenía en sus manos el nuevo contrato?
La negociación para la mejora del contrato de Forlán ha estado jalonada de desencuentros y de múltiples negociadores, por parte del club y por parte del jugador. Empezó a negociar Jesús García Pitarch con Daniel Bolotnikoff, agente de Forlán. Después de tres conversaciones en las que el club, a través de su director deportivo, iba ofreciendo cada vez menos en cada encuentro, Bolotnikoff conversó con Gil Marín que no mostró intención de desbloquear la situación.
El club argumentaba que no tenía dinero para ofrecer la mejora de contrato que el Bota de Oro creía merecer. Ofrecía la mejora por objetivos no un aumento lineal de la ficha anual que solicitaba su agente. Cuando los dirigentes rojiblancos argumentaban a Bolotnikoff que no había dinero para afrontar su propuesta, el agente del jugador lo comprendía, pero no entendía porque no habían traspasado a Diego si lo que necesitaban era dinero. Y llegaron ofertas por el uruguayo.
La negociación parecía bloqueada. Entonces, Forlán y su agente decidieron que entrara en escena Vicente Montes, abogado especialista en derecho deportivo que es requerido por la gran mayoría de futbolistas, entrenadores y clubes para estudiar, redactar y cerrar sus contratos.
El Atlético puso a José Manuel Díaz, controller del club, a negociar con Montes. Después de varios encuentros, tampoco hubo acuerdo. A Gil Marín no le sentó nada bien que Forlán pusiera a negociar a Vicente Montes, también abogado de Abel Resino y ex adjunto a la dirección deportiva del Atlético en la etapa de Paulo Futre como director deportivo.
La sensación de Forlán y su entorno era que el Atlético no tenía voluntad real de renovarle porque eran muchas las trabas contractuales y las dificultades que ponía el club para alcanzar un acuerdo. Todo se dilataba sin motivo, se aproximaban posturas y luego el club se desmarcaba del principio de acuerdo para regresar al aumento por objetivo.
En la última semana, volvieron a intensificarse las negociaciones y apareció en escena Clemente Villaverde, cuyo cargo no aparece en el organigrama que recoge la web oficial del club (ver), pero que debió actuar como gerente, cargo que ocupó desde que llegó al club de la mano de Miguel Gil Marín, con quien ha compartido y participado estrechamente, pero siempre en la sombra, en la gestión del club desde hace más de tres lustros.
Finalmente, Clemente Villaverde, junto con el controller, desbloquearon la situación y el pasado viernes se alcanzó el acuerdo definitivo por el que Forlán quedará vinculado con el Atlético hasta el 30 de junio de 2013 con un incremento de salario con el que, según fuentes del club, igualará los emolumentos de Sergio ‘Kun’ Agüero, el que más cobra de la plantilla rojiblanca. Eso sí, la cláusula de rescisión se mantiene en 36 millones de euros.
¿Por qué mareo tanto la perdiz Gil Marín en la negociación con Forlán, llegando a enfadar bastante al uruguayo por lo que consideraba una falta de respeto? ¿Tendrá algo que ver que el próximo 30 de septiembre, este miércoles, el Consejo de Administración debe presentar y aprobar el nuevo presupuesto y todas las operaciones realizadas durante el verano y no querían incluir la mejora de Forlán? Lo cierto es que la renovación de Forlán ha vuelto a evidenciar lo mal gestionado que está el Atlético de Madrid. Al tiempo.
Escrito por Matallanas | 1:22 p. m. | Enlace permanente