El peor Madrid que se recuerda (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
Siempre y cuando, por supuesto, no pertenezcas a la selecta galería de lacayos lamecúlicos que, a las órdenes del “gran señor”, y al leer un titular como éste, te veas obligado a pegar un volantazo cabezota y, de esa manera, te contagies del rollo valdánico de ansiedades, evoluciones, construcciones, progresos, conocimientos, crecimientos y rollos por el estilo. Entonces, dirás unas cuantas tonterías sobre lo ocurrido en los últimos años (dos ligas), y te atreverás a revestir de paciencia la engañifa en la que se ha convertido esta historia chunga y petarda. A este Madrid no se le traga “ni Dios”, suponiendo que dios se escriba con mayúsculas. El asunto apesta a timo de la estampita, pero de los de antes. Aún así, aquí no se menea ni “el tato”. ¡Enhorabuena lacayos! Estáis en vuestra salsa, tenéis otra vez el juguete, pero esto se os cae.
Lo que esta colección de iluminados nos trae a vueltas de tanto conflicto es, sencillamente, la repetición de un hostiazo mayúsculo. Así le vá a un tipo como Kaká, que a fuerza de repetirse que ha llegado virgen al matrimonio, parece escapar de cualquier tipo de crítica. Tan lamentable es eso como su escaso rendimiento desde que se vistió de blanco. A saber lo que su inmaculada mentalidad podrá influir en este proyecto que a él sólo le afecta en sesenta y tantos kilazos que, los que saben de esto, han pagado por él. Por no hablar de su socio Benzemá, ese muchacho de Lyon que unos cuantos bobos quisieron empeñarse en cambiar por Raúl de un plumazo.
Me parto de risa cada vez que me discuten la influencia brutal que Cristiano Ronaldo, el mejor jugador del mundo, ha acabado por generar en este Real Madrid. Dicen los que se obligan a proteger rollos tan infumables como el de Kaká, Benzemá y la absurda teoría espiritual con la que envolvieron la llegada de un correctísimo Xabi Alonso, que el Madrid actual, ese con el que volvía la ilusión pero que ha perdido con una colección de abuelos chochos que, con el pseudónimo de Milan, han descojonado a Italia entera al comprobar que ser abuelo no es tan grave. Grave, en realidad, es comprobar que solamente Raúl, el de siempre, tiene orgullo y un par para intentar que el oprobio del otro día no se coma en un abrir y cerrar de ojos la ilusión que a gente como él le quieren trapichear. Que lo expliquen Benzemá, y Kaká y Sergio Ramos y el resto de gente superior. Estoy atento.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 9:12 a. m. | Enlace permanente