Las Meninas de Cristiano (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
Superó recientemente a Ferenc Puskas, gloria sagrada del madridismo, y cada partido demuestra estar en condiciones de pulverizar los más inalcanzables récords de goles que algunos de nosotros hemos disfrutado. Era tan solo cuestión de tiempo que gente como Zarra y Hugo Sánchez le abrieran la puerta para hacerle sitio en el más elevado de los altares del gol y el chico de Madeira se ha quedado solo en un reinado que ya nadie osa discutirle. Conviene tomarse muy en serio para todos los análisis sucesivos estas cifras, que hasta hace poco nos parecían de otra época y que, sin embargo, Cristiano Ronaldo ha conseguido naturalizar como si fuera una especie de necesidad fisiológica. De hecho, sólo soy capaz de imaginar a este muchacho pensando casi obsesivamente en su próximo gol. No creo que piense en otra cosa incluso en sus momentos más íntimos. En el baño, en la cama, en el confesionario, en el diván de Mourinho, en el asiento de su Ferrari, en el salón de la casa de Florentino, en el asiento contiguo al de Casillas y la Carbonero mientras alguien juega al tenis…
Si el gran Diego da Silva Velázquez se presentase uno de estos días en el palco del Santiago Bernabeú y recibiera el encargo de pintar “Las Meninas”, no tengo ninguna duda sobre quien ocuparía el papel de la infanta y quienes serían sus damas de compañía. En lugar de damas(meninas en portugués) Velázquez estaría convencido de colocar a tipos como Ozil, Xabi Alonso, Benzema y Kaká rodeando la delicada figura de Cristiano Ronaldo, que sin duda aceptaría de buen grado suplantar a la infanta Margarita de Austria, más teniendo en cuenta la escasa aportación del fútbol austríaco a la leyenda del madridismo a lo largo de estos 109 años de historia. Tan convencido estaría Velázquez de la influencia portuguesa en este momento histórico del Real Madrid que no tendría reparo alguno en ceder gustosamente su propia imagen al final del lienzo a Mourinho. El hombre perfecto para contemplar su propia obra y, pincel en mano, recordarnos a todos que quien realmente pinta no son ni la infanta ni sus meninas, que aquí pinta él.
¿Y Florentino? ¿Dónde situamos al presidente? La pregunta no es cualquier cosa para el gran Velázquez, que estaría al corriente de la importancia futbolística, política y social del personaje. Por eso Florentino aparecería acompañado, al igual que en el original, reflejado en el espejo colocado en el centro y fondo del cuadro. Exactamente igual que se observan a Felipe IV y su esposa Mariana de Austria. Es casi seguro que el presidente, como ya ocurriera siglos atrás, entendiera que en lugar de “La familia de Felipe IV”, el cuadro acabara por tener un título popular. Allá por 1843 apareció catalogado en el Museo del Prado como “Las Meninas”. Ahora, en pleno 2011, y a base de goles , “Las Meninas” han pasado a ser de Cristiano. Y parece que será por largo tiempo.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 1:34 p. m. | Enlace permanente