Valdano ataca a Clemente sin rodeos (en la última de Marca)
Los famosos códigos protegen y dignifican la intimidad del fútbol con leyes no escritas que convienen recordar: el vestuario es sagrado, los conflictos no se llevan a los medios, los rivales son colegas fuera del campo... Pero parte de ese misterio está siendo descuartizado por los primeros planos de la televisión, y la gente ya no ve la nobleza por ninguna parte. Porque la desvelarse parte de ese alfabeto secreto, han descubierto que el fútbol también está hecho de escupitajos, de tirones de pelo, de insultos... A la corrupción del juego le sigue la corrupción del debate. Etoo escupió a un colega y nos quiso hacer creer que escupió al aire. Clemente hizo la parábola del mono para denunciarle, y sólo le faltó decir que Etoo no era negro. Parece que está prohibido decir "me equivoqué". Con el fútbol hay que tener cuidado porque si uno agita el fanatismo y el racismo, sale un fascismo al cuadrado que puede matar. Lo comprobamos cuando ultras del Espanyol pegaron a aficionados asiáticos que osaron animar al Barça. Sabemos que existe gente así. Por eso es fundamental que los protagonistas no le den letra al fascismo con declaraciones retorcidas y, si alguien se equivoca, debe ser sancionado. Hubo un tiempo en que Javier Clemente ganaba y los ganadores siempre encuentran alcahuetes que se tronchan. Eso produjo un malentendido: se cree gracioso. Y como no hay alcahuetes para un gracioso que no hace gracia, ni para un ganador que no gana, esta semana la cosa empezó a ponerse grotesca. Creo que el periodismo estuvo a la altura, porque el día que Etoo se bajó del árbol pare que subiera Clemente, se trazó una clara raya entre las bromas admisibles y las inadmisibles.
JORGE VALDANO, en uno de los despieces de su artículo de hoy, sábado 21 de enero de 2006, en la última del diario Marca.
¿Contestará Clemente a este ataque frontal, argumentado y, a mi juicio, acertado de Valdano? Imagino que sí, Javi no se podrá resistir....
Escrito por Matallanas | 1:34 p. m. | Enlace permanente