Vivencias de los últimos días de 2006 y los primeros de 2007
Terminamos un año y empezamos otro. Llos últimos días de 2006 y los primeros de 2007 han sido tranquilos, familiares, con colegas, entretenidos, entrañables, emotivos, jugosos. Días en los que he vuelto a disfrutar de los conciertos, del cine, de la vida, algo que no intento hacer siempre, pero quizás estos días lo he paladeado más aún. Sin dejar de estar en contacto con la actualidad, porque debía escribir para Elconfidencial.com y para el Sport, me he distanciado un pelín de la vorágine diaria, algo que no puedo hacer porque desde que dejé de ser asalariado me tengo que buscar la vida y esto es como una bicicleta, que si dejas de pedalear te metes un piñazo...
Los Desperdicios y Estefan
Tras la vuelta de Buenos Aires, después de tener el privilegio de vivir la gesta de Estudiantes de La Plata y asimilar el mensaje del Cholo de que en la vida siempre hay que creer, regresé. Me había perdido las comidas de Navidad del Madrid y del Aleti, y la de los veteranos del Aleti. Tampoco pude ir al gañote de la Federación porque me tocó cubrir el Barça-Aleti. ¡Y mira que molan a mi estas comilonas navideñas con trinque incluido! Pero la cena de equipo con los ‘Desperdicios’ dejó un lado cualquier lamentación por haber perdido las otras cenas. Cenamos en La Morocha, el restaurante que ha montado Mena en Villaviciosa. Faltaron Dani Guzmán y Pedro Bonty, que estaban fuera de Madrid, pero estuvo hasta el Bustamante, que aún no ha debutado por lesión, y vino el Teja que se incorporó al equipo esa jornada y el Rubio que sólo ha podido jugar un partido porque su seguimiento al Real Madrid le impide ir casi todos los domingos, pero la cena no se la perdió. Kiko (que se puso la camiseta del Cholo firmada para cenar, mejor dicho, se la puso en La Sexta y no se la quitó en toda la noche) y Toni dieron la alternativa en público a los que no conocíamos a Estefan, un canario ‘salao’, ‘salao’, íntimo de Valerón, al que Mena ha colocado de 'maitre' en su negocio. Ese menda es un ‘mostro’ y tiene que hacernos reír a todos por la tele. La cena fue entrañable y el equipo que ha montado Roberto el ‘Risitas’ tiene pinta de salir campeón, con los refuerzos del Teja, la solvencia defensiva de Omar, la clase de Gabi Sabas, la casta de Pipi y Oli, la contundencia de Mena, el oportunismo de Dani Guzmán… Y cuando reaparezca el Busta y fichemos a mi hermano Gonzalo, vamos a ser la caña (yo no puedo jugar el próximo domingo porque viajo a Vigo con el Aleti…) Al final de la cena regalé a todos los compañeros un ejemplar de 'Sentimiento Atlético'.
El chárter de Champions y Ramoncín
Después de disfrutar haciendo banda en el Camp Nou junto a Jano y el Pipi y con el empate del Kun Agüero, el chárter de vuelta del Atlético me hizo predecir que cogeremos aviones de estos nocturnos y tardíos desde cualquier punto de Europa la próxima temporada. Esperemos que en Champions. En Barajas nos tuvieron esperando media hora dentro del avión. No habían traído la escalera para que bajáramos (¡con el Madrid y con la selección no me había pasado en la vida! Será cosa del Aleti…) Antes Leo y Fernando me dieron la charla porque en mi estancia en Buenos Aires se me había ido la boca y había anunciado al Cholo que iban a pasar allí la Navidad y la Noche Vieja con Anto. El problema no fue que se lo dijera al Cholo, el problema es que Vero y Gus (mis compañeros/amigos de Marca) estaban presentes y claro… ¡somos periodistas! Pero al final no ha habido mal rollo y han podido pasar su descanso sin sobresaltos…
El viernes antes de Noche Buena, Nini y yo nos fuimos con Adol y Esther a ver a Ramoncín en Galileo Galilei. ¡Que conciertazos se marca el Ramón con 51 tacos! Entiendo que hay mucha gente, muchos chavales que no identifican a Ramoncín como un rockero, que le asocian al tertuliano que en la última década quizás haya hablado demasiado. Pero Ramoncín fue un pionero, un buen músico y sigue siendo un gran rockero y dio un buen concierto, en el que hasta Antonio Resines se subió al escenario con él (hay fotos de todo lo que os voy contando, pero no sé si me va a apetecer subirlas porque tampoco sé si aportan al texto… (¡Al final subí alguna!) Como dice Adolfo, en los conciertos de Ramoncín es de los pocos sitios en los que somos más jóvenes que la media del personal asistente.
Noche Buena, Fito y Mejía
La Noche Buena tocaba en casa de mis padres. Molan las cenas navideñas familiares en las que conoces cosas del pasado de tus abuelos. Nos reímos muchos con los recuerdos de posguerra de mi abuela María.
El plato fuerte de esa semana incierta que va de Noche Buena a Noche Vieja estaba en el concierto de Fito y los Fitipaldis. Grande el señor Cabrales. Llenó dos días el Palacio de los Deportes de pijos, heavys, rockeros, veintañeros, treintañeros… Nos consiguió las entradas hace tiempo Molina, de Dro. Estábamos bien situados (Álvaro Mejía estaba sentado delante nuestra y lo flipó con su chica). El Fito estuvo bien, su banda formidable… Se le pueden poner ‘peros’ al repertorio porque no le hubiera costado nada recordar a Platero y tocar el ‘Mientras tanto’ de Leño y también se le puede reprochar su falta de comunicación con el entregado público. Aprovechando esa maravilla que es la videollamada, invitamos a Marcial a una canción y le llamamos para que escuchase la de ‘Rojitas las orejas’ (¡temazo!). Destacaron para mí la versión de Callejón sin salida de Barricada y la de Deltoya de Extremoduro, y el cierre de Soldadito Marinero fue apoteósico con todo el Palacio coreando con emoción y sin fin lo de “después de un invierno malo y una mala primavera, dime porque estás buscando una lágrima en la arena”. Buen concierto que concluyó en el Kuo’s con el Mofe, Adolfo, Marta y Esther avisando al Periko de que pasaríamos ahí de nuevo la Noche Vieja…
Cándida y Javi Guerrero
En plena urgencia consumista porque en Noche Vieja en casa de mis suegros hacemos lo del Amigo Invisible, después hacer las compras y de sufrir la baja de mi cuñada Bárbara, aquejada de la misma gastroenteritis de 24 horas que me dejó a mi fundido el día después de Navidad, Nini, mi suegra y yo nos metimos a ver Cándida a los cines del M-40. Me encantó. Seguidor de Goma Espuma desde que empezaron en Antena 3 Radio, la tragicómica historia de esta asistenta encantadora era por mi conocida (libro incluido). Pero a Guillermo Fesser le ha salido una gran película. En medio de una carcajada te entran unas ganas de llorar incontrolables. Humana, divertida, triste… Entrañable. Como Cándida. Al salir del cine, entré en El Tirachinas con Munilla. Me había avisado Coutelenq por la tarde y casi se me va la olla. Fue salir las letras de los créditos y llamar de la radio. En lo que estaba buscando un sitio donde no se metiera el hilo musical del centro comercial me crucé con Javi Guerrero, el delantero del Recre ex de Atlético, Celta, Racing, Castilla, y cuando le estaba saludando me dieron paso y me colé en antena. Se lo puse en directo a Munilla. La radio en directo. Creo que quedó bien. Fue una de esas coincidencias, el periodista entrando en directo y por allí pasaba un futbolista de Primera, que encima conozco…
El ensayo general de las uvas y ‘Gavilán o Paloma’
Y en la víspera de Noche Vieja hicimos una convocatoria entre los colegas para asistir al ensayo general de las uvas. Resulta que mi hermano David, el biólogo, el que vive en Glasgow, que va para premio Nobel, lleva varios años yendo y siempre nos decía que era muy divertido. Y nos picó al resto de hermanos y a mis papis, que fueron por su lado. Nosotros nos juntamos más de quince. Nini, Barby, Adolfo, Esther, Marcial, Teja, Pepa, Mofe, Olga, Belén, Ronald, Marta, Juli, Sandra, Lucas, Maijo, Françoise…. La verdad es que no escuchamos ni una campanada. ¡No se oía nada! Por donde estaban mis padres y mis hermanos si oía algo. Estuvo divertido comernos, en vez de doce uvas, doce gominolas a capón, porque no oíamos, repito las campanadas. Pero la pasamos guay en el ensayo general de las campanadas, con unos pelucones ‘afro’ y cotillón para todos. Eso sí, lo de ir a la Puerta del Sol, lo descarto porque es un mogollón muy grande. Mejor en casita, conservadores en este caso, viendo al Ramón García con su capa española y la ambigua Anne Igartiburu… La noche del ensayo general de las uvas continuó por Chueca. Ese 30 de diciembre decidimos ir a ver al Tochas a La Vaquita, su bar. Hacía mucho que no le veíamos, pero nos llevamos un chasco porque no estaba currando… Y acabamos en un Karaoke del barrio, el Adolfo y yo, con los pelucones, cantando a Los Pecos y el ‘Gavilán o Paloma’, que el Adol la borda…
El ‘smoking’ mágico y el pelucón
La Noche Vieja la viví de smoking como desde hace 15 años. Mi padre se compró un smoking para no se que acto en el 91 y desde ese año me lo he puesto. Y es un smoking mágico porque en estos tres lustros he estado en tres cifras de peso y me ha entrado. Y este año también he vuelto a ganar peso después de quedarme bien en el Mundial y pasaba de ponérmelo porque pensaba que no me iba a entrar y no solo me entró sino que estaba a gustito con la pajarita. Tras las campanadas hubo fuegos artificiales en todo Madrid. Desde el sexto que viven mis suegros se veía todo el Foro iluminado y en la comunidad de enfrente estuvieron 20 minutos tirando fuegos de artificio, mucho más sofisticados y sorprendentes que los clásicos petardos del Meneses.
Y salimos al Kuo’s, al bareto donde vamos todo el año. El smoking ganaba con el pelucón y cuando me lo quité toda la peña quería ponérsela. Me costó hacer un mensaje de felicitación del año (soy bastante charlas y hace años que lo mando, pero este año me sentía saturado por los que me enviaban y no quería saturar nadie), pero finalmente hice uno porque se empeñó la Nini… Nos lo pasamos bien, como cualquier noche que salimos. Empezamos el año contentos.
Winnie the Pooh y Raúl Bravo
Luego me fui a Granada con Kiko al partido de toreros y futbolistas, donde disfruté de lo lindo como os conté. Y el miércoles Nini y yo nos llevamos a Sambhalá, mi ahijada, y Ainhoa, la nieta postiza de mi suegra, a ver el musical de Winnie the Pooh en el Palacio de Congresos. Estuvo bien. Y a la salida me encontré con el doctor Hernández, del Real Madrid, y con Raúl Bravo, que habían llevado a sus hijas. Hablé un rato con Raúl Bravo, a quien esa mañana Capello le había apartado del equipo. Raúl pensaba irse del Madrid, pero si se va a Ramón Calderón… El jueves esperamos dos horas de cola para dar un paseo en el bus de la Navidad que te lleva a ver las luces de Madrid. Muy bonito, oigan.
Campeones, el ‘Aleti-Nástic, de plastic’ y otro gol de Hugo
El viernes por la mañana jugué el torneo de fútbol indoor que monta Alvaro Garrido. Ganamos al Madrid en la final por penaltis. No pude hacer el arquero porque jugué de defensa (no siempre se puede brillar). Pero la pasamos bien. Petón juega cada día mejor, Dani Guzmán estuvo goleador y Omar fue un fichaje importante. Los últimos doce partidos de estos el Aleti ha ganado al Real Madrid (yo he jugado cinco…) Los veteranos del Aleti perdieron ante el Alcalá de Gaby Moya y el Madrid de Martín Vázquez y Alfonso. Mi cuñada Pepa se quiso hacer una foto con Alfonso, su ídolo. Di Stéfano, que nos vio jugar a nosotros y a los veteranos, se hizo fotos como un 'galáctico'. Y por la noche llegaron los Reyes Magos.
El sábado curré en el Aleti-Nástic (de ‘plastic’, como lo tituló Marcial). Y ayer domingo fui con Kiko a ver al Rayo Majadahonda de mi hermano Carlos ganar 0-1, con gol de Hugo (y van diez), al Colmenar, donde juega Gabi Sabas, compañero nuestro en Los Desperdicios. Luego comimos cabrito asado magnífico que hace mi padre. Por la tarde, escribí la columna de El Confidencial y vi el debut de Gago contra el Depor (¿¡qué le pasa a Capello?! ¿¡Y a Cannavaro!?). Y hoy me pasaré por la emisora. Han sido unas Navidades y un Fin de Año entrañables, de buen rollo... ¡Que no decaiga!
Escrito por Matallanas | 2:17 a. m. | Enlace permanente