Pinceladas de una tertulia deliciosa con Coco Basile y Valdano
crónica de la sobremesa en el de maría de majadahonda entre campeones del mundo (Valdano con Argentina y Basile y Panadero Díaz con Racing de Avellaneda)
Anécdotas deliciosas se amortiguaban, se enredaban, gambeteaban en el verbo de los comensales sobre el mantel de una mesa del restuarante De María de Majadahonda. La de Di Stéfano cuando salió campeón con River y dejó al ídolo Beto Alonso fuera y puso al jovencito Marito Kempes de titular y el Matador hizo el gol y como Alfredo se fue caminando en el anonimato desde la cancha de Ferro a su casa mientras Buenos Aires estaba sitiado por los hinchas del River celebrando el campeonato. Los duelos entre Panadero Díaz con el mítico extremo escocés, "elegante y guapo", Mo Johnston del Celtic de Glasgow, como le ganó la partida tanto con Racing (de Avellaneda, en la final de la Intercontinental que ganó La Academía, el primer partido que vio por televisión Valdano) como con el Atlético de Madrid. Décenas de nombres de jugadores argentinos de los 50 y los 60, que sacaba Jorge Valdano para que el Ruso Ribolzi, el Panadero Díaz y, sobre todo, el Coco Basile, le hicieran un perfil de esos rotundos, de palabra, en los que el retrato de lo que fue el futbolista sale pefecto, fidedigno. Con Raúl Rivero de moderador y de intermediario del encuentro (Basile le había pedido cenar con Valdano y Rivero montó el encuentro en el nuevo De María que lleva con Dani Reyes), los comensales no paraban de hablar de fútbol mientres este reportero apuraba un ojo de bife a cuatro mesas de distancia. Conocía a todos, pero no era cuestión de entrar a saco en la cena. Fue Valdano en los postres el que me vio en mi mesa con los auricalares escuchando El Tirachinas, se levantó y se aproximó a saludarme. Me llevó a saludar al Coco, que me había dicho en el descanso del Atlético-Racing (de Santander) que me daba una 'nota', pero no volvió a salir al palco: "Hacía un frío de la puta madre y del partido ya lo había visto todo no hacía falta quedarme y nos fuimos a resguardar al hotel".
Me dijeron que me sentara y escuché embobado la prórroga de la tertulia. El lamento del Coco de que a Kempes le eclipsase por completo Maradona en el altar de los ídolos ("es lógico, es imposible que cohabiten dos ídolos y el Diego fue muy grande, Marío, también, pero Diego quedó por encima"). Y terció Valdano recordando como en una concentración en Austria de la selección argentina, Kempés fue al hotel con su hijo para que Maradona le firmara un autógrafo y nadie se atrevió a despertar al Diego. Cuando llegó Valdano montó en cólera, pero Marito se marchó tan tranquilo: "Está bien, no quiero molestar".
El Ruso Riblozi cargaba al Panedero: "siempre perdías con tu par". Y el Coco sacaba la cara por su socio: "Ganó muchas, pero en recordar las derrotas está la grandeza, esa es la humildad". Y sacaba del baúl de la memoria cuando Garrincha se la lío al 'Pana' en un amistoso en Maracaná. "¡Otra que perdiste!", bromeaba Ribolzi mientras Valdano pedía el retrato de ese Garrincha treintañero y Basile lo hacía hasta con onomatopeyas de como Garrincha se iba como un tiro después de que el defensa se tragase el amago. Coco le sacaba con forceps los recuerdos a Panadero. "No me acuerdo", repetía el que fuera aguerrido defensor colchonero.
Entre Marlboro Light y Marlboro Light la voz del Coco llevaba la iniciativa de la tertulia. El cigarrito no lo ha dejado, pero las noches de alcohol con tertulias hasta la madrugada de La Raya ya no se repiten, en lo que al apartado etílico se refiere. Después de saber como jugaban bastantes futbolistas argentinos (no me quedé con los nombres, disculpad, pero si me quedó claro lo buenos que eran). Como uno de River, del mismo pueblo de Valdano, que cuando llegó copa del mundo bajo el brazo en el 86 a Las Parejas le decían por la calle: "Fulanito si que era bueno" o aquello de "tú hermano era mejor que tú". Ahí terció Basile en una reflexión, ideal para un monólogo, de como todos los taxistas de Buenos Aires pudieron ser futbolistas y te lo recuerdan en cada carrera pero no llegaron "porque se lesionaron o porque su papá les hizo estudiaro o porque..." Ahí conté yo mi anécdota de un taxista que me llevó a Exeiza y que si había sido futbolista en Boca, entrenado por Di Stéfano y Paredes: Sergio Giachello (un día os la cuento).
Tras la fructífera e interesante tertulia, Basile me concedió siete minutos de entrevista (ya había terminado El Tirachinas hacía diez minutos) en la que dejó varios titulares buenos. La emitiré estos días en la Cope. A Valdano le pedí una entrevista para MaTA-dor. Pero no está por la labor...
Karaoke y Top Colcha en Madrid
Y el miércoles libré. Pancho Varona, García de Diego y Jaime Asúa, y el resto de las huestes de Sabina, habían montado su 'noche sabinera' y de karaoke en Madrid. Lo habíamos montado hace tiempo. Y el Adolfo tenía que cantar sí o sí. Me encontré a Pancho en el descanso del Atlético-Racing y le dije que Adolfo quería cantar 'Eclipse de mar'. Me torció un pelín el gesto y no me prometió nada. Al ver la lista donde se anotan las canciones para apuntar Eclipse de Mar, me percaté que a máquina estaba mi nombre para cantar Princesa. ¡Menos mal que lo vi una hora antes! Porque si me pilla de imprevisto no hubiera subido como lo hice en Buenos Aires: ¡cómo estaba la plaza... abarrotada!Y ahí salimos parsimoniosos Adolfo y yo (en la foto de aquí al lado se nos ve pequeñitos a la derecha del escenario). Creo que salió buena, mejor que en Buenos Aires y cuando cantamos juntos a Los Pecos o el 'Gavilán o paloma' en el karaoke del barrio. Adolfo no cantó Eclipse de Mar, pero bordó Princesa. La noche fue fabulosa y Nini y yo la disfrutamos con Barby, Olga, Esther, Belén, Marta, Amparo, Marcial, Adolfo, Teja, Mofe, Jesús y Rodri. No se dio mal la semana... Se suele dar bien cuando estás con tus amigos. Y más con los acordes sabineros del gran Panchito de banda sonora...
Escrito por Matallanas | 6:43 a. m. | Enlace permanente