crónicas helenas

Los preparativos de una final de Champions se asemejan a los el montaje de un macroconcierto de rock. El Olímpico de Atenas estaba destripado ayer por la mañana. Y los operarios iban cosiéndole poco a poco para que esta noche presente un aspecto imponente para exhibirse ante todo el mundo con el Liverpool y el Milan a tope sobre el césped. Lo más complicado de montar es la cámara esa que vuela como un acróbata por encima de los jugadores. Precisamente los que la montaron, en sus descansos, recordaban a la gente del circo haciendo malabares que Javi Hernández, enviado especial de Antena 3 que mejores entradillas hace de la tele, aprovechó para grabar su salidilla.
Pero lo que más moló fue el aparato de pintar las líneas del campo. Sea en el Pedro Vives del C.D.Aviación, en el campo del Hogar del Puerta Bonita, en Cotorruelo, en el Calderón o en el Olímpico de Roma, la parafernalia de pintar el campo siempre es la misma. Y el aparato similar. Se marcan las líneas, de 12 centímetros de ancho y ya está todo preparado para jugar esta noche.
Tras un problemilla con la acreditación de Reina (porque también lo había acreditado Onda Cero sin su conocimiento) nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad, por la zona Champions, de Atenas. Y había una ambientazo de final impresionante (¡nos subo más fotos porque me está dando muchos problemas el blogger este!). El problema llegó cuando teníamos que regresar rápido al hotel para irnos a las ruedas de Prensa (más multitudinaria la de Benítez que la de Ancelotti) y los entrenamientos. No había quien cogiese un taxi. Con la barriga dolorida de reír los chistes sin fin de Miguel Reina, lo intentamos con entusiasmo que se tornó en un enfado importante.
Lo de taxis en Atenas es digno de estudio sociológico. Te lo avisan en las guías de turismo, pero hasta que no te sucede no te lo crees. Resulta que se comparten. Que alzas la mano para parar el taxi y se para estando ocupado por varias personas, te preguntas donde vas, pregunta al que ya está montado y te subes. Pues nada. Después de cuarto de hora desesperado porque no hay ni un libre te montas. Y es lo más normal del mundo. Eso sorprende menos que cuando tu vas montado y te monta otro fulano. En teoría, se paga escote, pero ayer no permitimos que la señorita a la que importunamos pagara su parte de la carrera.
Por la noche nos pegamos un baño de madridismo en la inauguración de la peña madridista Del Bosque de Atenas. Mejor dicho, fue un baño de cariño al mejor entrenador del Real Madrid de la época moderna a quien un grupo de 150 griegos el han montado una peña. Antes de la cena, y después de dos esperando pacientemente porque Vicente tenía un compromiso publicitario con Vodafone, pusieron un vídeo de las gestas del Madrid de Del Bosque. Y cuando empezamos a cenar pusieron un vídeo de un Real Madrid-Real Sociedad de principios de los 80 en los que jugaba Del Bosque. Después de disfrutar recordando a Gallego, Ángel o Juanito, el propio Vicente pidió que lo quitasen porque ya cargaba tanto cerrojazo de la Real. Y pusieron el Real Madrid-Manchester de la 2002/2003, el que jugó Barthez en el último instante cuando iba a ser titular Ricardo. Y así le fue a Ferguson, que le metieron tres los galácticos, con Beckham aún en sus filas (en la vuelta fue el 4-3 con el ‘hat trick’ de Ronaldo). En los postres hubo turno de preguntas de los miembros de la peña que cuestionaron a Del Bosque por todos los asuntos de actualidad del Real Madrid. No faltó la pregunta sobre Florentino Pérez a la que Vicente contestó con su elegancia habitual (“quiso lo mejor para el Real Madrid” y apostilló “desde el cariño”).

Ya está aquí la gran final. Voy con el Liverpool. Voy con Benítez. Y con Arbeloa, Xabi Alonso y Luis García. Y Pako y Ochoto. Y Víctor Salinas. Pero también voy con el genial Robbie Fowler y el grandioso Steve Gerrard. El Milan es mucho Milan. Veremos a ver si se puede otra vez…
De momento, vamos a disfrutar del fútbol…