Crisis de despachos en el Atleti
JAVIER GOMEZ MATALLANAS. El Atlético se la juega hoy contra el Bolton en la UEFA, pero el partido importante se está jugando en los despachos del Calderón. Hay desavenencias en el Consejo de Administración y Cerezo está ganando apoyos entre los consejeros para plantar cara a Miguel Angel Gil Marín, el consejero delegado rojiblanco, que hace y deshace a su antojo.
Los vicepresidentes Fernando García Abasolo y Antonio Alonso apoyan las tesis de Enrique Cerezo respecto a la continuidad de Javier Aguirre en el banquillo mientras Miguel Ángel Gil Marín es totalmente contrario al cese del técnico mexicano que defienden el presidente y la mayoría del Consejo de Administración en caso de que el Atlético caiga eliminado en la Copa de la UEFA y no consiga una victoria ante Osasuna el próximo domingo en Liga.
Gil Marín ha estructurado el Atlético de Madrid como una sociedad anónima moderna, con departamentos con las funciones claramente delimitadas para cada área. Sobre el papel el organigrama y la estructura es de manual de Empresariales. Pero en la realidad ni los comités de dirección sirven para nada ni existen decisiones que no tengan el visto bueno del consejero delegado del Atlético de Madrid. Es cierto que Enrique Cerezo, como el resto de consejeros, es informado de los movimientos de los directores generales, pero el margen de maniobra y la potestad en la toma de decisiones está centralizada en una única persona: Miguel Angel Gil Marín, hecho que escama al presidente de la entidad, que hace su declaración de intenciones, pero nunca las ejecuta por su cargo es meramente representativo, nunca ejecutivo.
Según fuentes del club rojiblanco, Miguel Angel Gil es el accionista mayoritario del Club Atlético de Madrid Sociedad Anónima Deportiva, a gran distancia en número de acciones de Enrique Cerezo. Gil Marín compró las acciones del resto de sus hermanos y controla el club por completo. Cerezo se ha encargado de la apertura a la sociedad y de las relaciones institucionales, debilitadas tras la intervención judicial y las causas judiciales que juzgaron a Jesús Gil, antiguo dueño del club. Según fuentes del club, el actual presidente también ha avalado varios fichajes con su patrimonio.
Gil Marín se siente cómodo en segundo plano, con Cerezo dando la cara ante los medios. Nunca se ha planteado asumir la presidencia. La bicefalia ha venido funcionando bien en cuanto a su relación, pero los distintos puntos de vista en el plano deportivo en los últimos meses está provocando que la cohabitación esté cerca de saltar por los aires. O Gil Marín cede a las peticiones de Cerezo, que cuenta con el apoyo de varios consejeros, o el presidente se puede mover y buscar incluso apoyo entre el resto de la familia Gil Marín (Miguel Ángel sólo cuenta con el apoyo de su hermano Oscar) para dar un volantazo en el accionariado del club. Tanto Gil Marín como Cerezo se encuentran cómodos por las escasas críticas que su desafortunada gestión ofrecen los medios de comunicación (muy diferente a las críticas que reciben, por ejemplo, Ramón Calderón, Joan Laporta o Juan Soler). Saben que siempre se apunta a los jugadores, a los entrenadores o a los directores deportivos que ellos han fichado. Pero están detectando un cambio de tendencia y están muy preocupados por la política de comunicación que se está llevando a cabo desde el club, que no es capaz de controlar una crisis de resultados cuando el equipo está clasificado para Champions y vivo en la UEFA.
La crisis en los despachos del Calderón repercute en la marcha del equipo. El Atlético está obligado a llegar lo más lejos posible en la UEFA y clasificarse para la Liga de Campeones en la Liga. Pero el nerviosismo se ha apoderado en la zona noble del Club Atlético de Madrid Sociedad Anónima Deportivo. El consejero delegado aún mantiene la calma. Pero el presidente no aguanta más y repite en su círculo íntimo que ya no se ríen más de él y que nadie juega más con su dinero. A todo esto, los atléticos acuden pacientes al Manzanares soñando que el Atleti ha vuelto a ser grande. Pero están dejando de ser sumisos y empiezan a despertarse de la anestesia en la que han estado sumisos los últimos cuatro lustros.
Escrito por Matallanas | 12:53 a. m. | Enlace permanente