Secretos de vestuario

Por Sergio Barriocanal

Otros vendrán que bueno te harán. Lamentablemente se ajusta cada día mejor a la realidad del Atlético de Madrid que, desde que Luis Aragonés puso al equipo de nuevo en Primera hace ya cinco temporada, no es capaz de ensamblar su imagen, su fútbol, sus modos como corresponde a su historia. La plantilla que Aguirre tiene en sus manos es para muchos de los opinólogos la mejor desde el Doblete, inclusive superando en calidad a esta. Pero el mexicano no encuentra la tecla y con sólo dos futbolistas, los que todos sabemos, los dos de arriba, ha ido salvando la garganta hasta hoy.

Me remonto a la plantilla de Luis Aragonés en la temporada 2002-2003, la recién llegada a Primera, después de los dos años en el ‘infierno’. Luis “con pagarés para empapelar la casa”, igual que sus jugadores, hizo magia y consiguió que todo el mal rollo entre el club y la plantilla cayera sobre sus espaldas y dejó al equipo en la mitad de la clasificación. Luis estaba ilusionado con liderar un proyecto a cuatro años vista, pero fue imposible su permanencia porque en el Atlético no se aguanta un proyecto desde hace 21 años. Repasemos ese equipo que manejó Luis, que seguro que muchos se han olvidado de alguna de las perlas con las que lidiaba el hoy seleccionador. Burgos; Otero, Coloccini (que apenas jugó), García Calvo, Sergi; Albertini, Emerson; Aguilera, Dani, Luis García y Fernando Torres. Luego aparecían Esteban, al que no se renovó por denunciar al club por impago al final de la temporada (igual que hicieron otros como Armando, Otero, Carreras, Sergi, y un largo etcétera) Hibic, Juan Gómez (que se retiró esa temporada) Santi, Armando, Carreras, Movilla, Stankovic, Nagore, Jorge; y arriba, además de Correa, los fichajes Javi Moreno y José Mari, del Milán. En esa temporada, era Futre el director deportivo.

Con el que se cometió una gran injusticia fue con Gregorio Manzano la temporada siguiente. Desde el final de la temporada 2003-2004 los resultados y el juego, están engrandeciendo méritos como el del hoy entrenador del Mallorca, que con una plantilla netamente inferior se quedó a un gol de clasificarse para la UEFA, pero aún así enfiló hacia su casa. Un once tipo, con los futbolistas que más partidos jugaron, de aquel Atlético de Madrid de la temporada 2003-2004 era: Juanma (hoy jugando en Segunda B en Extremadura) o Burgos (en diciembre llegó Aragoneses); Gaspar (o Contra), Simeone (o García Calvo), Lequi, Sergi, De los Santos, Novo (o Paunovic), Nano (o Musampa); Paunovic (o Ibagaza, que estuvo más de la mitad de la temporada lesionado); Nikolaidis (o Rodrigo) y Fernando Torres. Son dos ejemplos pasados que,comparando uno a uno con los futbolistas de esta temporada no hay color. Entonces, ¿qué es lo que falla? El mensaje de Aguirre ya no cala como antes, los jugadores no se lo creen y algunas de las estrellas con nombres y apellidos están fracasanso: Reyes, Simao, Maxi, el gran capitán que apenas está aportando o Motta. Lo del brasileño merece un capítulo aparte y una investigación en toda regla a los servicios médicos y una medalla a los del Barcelona por conseguir colar a un futbolista, bueno, pero que no pasa de diez partidos por temporada. Rodillas de cristal.

Ahora se empieza a valorar mucho más el trabajo de Toni Muñoz (la medalla del Kun es suya, aunque otros quieran colgársela). El anterior director deportivo, por haberlo mamado, sabía bien lo que era el Atlético de Madrid. Y se jugó el pellejo a una carta. ¿Se atreverá García Pitarch a volverse a Valencia si el equipo no se mete en Champions? Yo digo que no.