La guerra de Luis y Raúl
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. Ayer firmaron la paz de una guerra que ambos aseguraron que no existía. Pero sí ha existido y ha habido varias batallas. Y queda la batalla final. Luis y Raúl protagonizan un conflicto que arranca en el pasado Mundial de Alemania. Raúl, a través de su representante Ginés Carvajal, dio el pasado lunes el paso de aproximarse para firmar la paz. Luis accedió al diálogo que le solicitaba el capitán del Real Madrid. Luis accedió a la negociación convencido de que aceptando el árnica de Raúl se cerraría un debate que no le deja desempeñar su cargo con normalidad al sentir y sufrir una presión brutal para que convoque a Raúl para la Eurocopa. La paz es provisional y se abrirán las hostilidades si Raúl no es finalmente llamado por Luis para la Eurocopa.
La guerra, en términos futbolísticos, se ha desarrollado, resumiendo, con las siguiente batallas:
La batalla de Kamen
Luis espera a que Raúl se recupere de su lesión y le hace un hueco en la lista para el Mundial de Alemania. Raúl, al verse suplente, crea mal ambiente en la concentración de Kamen, junto a Salgado y Cañizares. En el segundo partido, ante Túnez, Raúl marca un gol y lo celebra con los suplentes Cañizares y Michel. A este gesto, el capitán une apuntes al seleccionador como que debe pedir explicaciones a varios compañeros por retrasarse unos minutos en la vuelta de la concentración el día libre. Luis siente que Raúl quiere meterse en su terreno, que pretende mandar. Y le da la titularidad ante Arabia y ante Francia, que elimina a España en el Mundial. La noche de la eliminación, no todos los internacionales están abatidos y en una habitación se escuchan gritos de ‘A por ellos, oé, a por ellos, oé”.
La batalla de Belfast
Tras los desencuentros mundialistas, Luis vuelve a llamar a Raúl para el amistoso ante Islandia en agosto. Y le vuelve a incluir en la lista para el partido ante Irlanda del Norte. Antes de viajar a Belfast, el seleccionador estuvo a punto de expulsar de la concentración al capitán porque estaba en la cafetería del hotel Barajas tomando ‘algo’ con Salgado y le solicita que se vaya a descansar a la habitación. En Belfast, Raúl, como capitán, pide a Luis que cambie su metodología de trabajo, que dejé de realizar dobles sesiones de entrenamiento y le solicita tener tiempo libre durante la concentración para ir al cine. España pierde ante Irlanda del Norte y cuando el equipo llega a Madrid esa noche, Raúl se queda con Luis en el hotel y el seleccionador le dice que no necesita que nadie le consuele. Varios periodistas le cuentan a Aragonés que Raúl va diciendo a los líderes de opinión que si cuando se perdió en Chipre fue destituido Clemente, que después de perder en Belfast… Luis no vuelve a llamar a Raúl a ninguna convocatoria.
La batalla de Helsinki
Antes y después de cada lista que ofrece Luis Aragonés en los últimos diecisiete meses se monta un debate nacional por la no presencia de Raúl en las convocatorias. Luis va soportando la presión, pero le enfada sobremanera que desde la Real Federación Española de Fútbol, antes de un amistoso ante Finlandida, se filtra que se va a realizar un homenaje a Raúl por haber superado las 100 internacionalidades. El seleccionador considera que plantear este homenaje con Raúl en activo, y fuera de la selección, es una provocación por parte de la Federación.
El recibimiento de Málaga
Luis Aragonés echa un órdago a la Federación para que le respalde. El seleccionador pide públicamente que le destituyan, asegurando que sería lo mejor para la Federación y para la selección. El seleccionador sabe de primera mano, informado por un profesor del colegio donde estudiaban los niños, que el recibimiento de 200 escolares en la estación del AVE de Málaga al grito de “Raúl, Raúl” está preparado. Y considera que esa presión perjudica a la selección y considera que lo mejor es que le echen. Joan Gaspart, vicepresidente de la Federación, desbloquea la situación y allana el camino para que Villar tranquilice a Luis.
La paz de Las Rozas
Ginés Carvajal, en nombre de Raúl, llama a Luis para decirle que su representado quiere hablar con él. El seleccionador accede a la conversación y a la posterior rueda de Prensa para intentar que se cierre el debate. Durante la escenificación de la paz, ambos aseguran que nunca ha habido guerra. La paz continuará hasta la próxima lista de convocados. Si no va Raúl se volverá a desenterrar el hacha de guerra.
La batalla final
Si Luis no llama a Raúl para la Eurocopa se volverá abrir la guerra. Y, aunque Luis y Raúl aseguren que no quieren oír hablar de bajadas de pantalón ni de vencedores y vencidos, la guerra la ganará Raúl si está en la Eurocopa de Austria y Suiza. Y el derrotado será Luis Aragonés, por más que intente explicar que lleva a un Raúl extra motivado y a sus órdenes. ¿Cómo sentará al grupo de jugadores que ha clasificado a España para la Eurocopa que Luis lleve a Raúl después de lo que les ha dicho el seleccionador durante todos estos meses? ¿Irá Raúl a la Eurocopa?
Escrito por Matallanas | 1:46 a. m. | Enlace permanente