¡Cómo bota el Balón de Oro!
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. Llegados a esta altura del año, el Balón de Oro, el futuro premiado con el prestigioso galardón de la revista France Football, pasa a ser motivo de debate, asunto esencial de todas las tertulias futbolísticas. Las quinielas, año a año, se suelen equivocar poco, muy poco, y para la edición de este año se encuentra destacado Crisitiano Ronaldo. Luego, en el debate, se introducen nombres de españoles, por supuesto, y Fernando Torres, Iker Casillas y Xavi Hernández aparecen como posibles vencedores de la votación que realizan, recordemos, los corresponsales de France Football por el mundo. Se puede debatir sobre la importancia o relatividad que puede tener un premio fallado por un jurado compuesto por periodistas y entrar en una discusión bizantina del estilo a la que se suele repetir cada año con los premios Principe de Asturias, en especial en su apartado de deportes. Se vota como se vota y lo votan quien lo votan y lo gana quien lo gana. Es así y cada año se repite la misma situación, los mismos debates, es como el sorteo de lotería de Navidad, que siempre despierta el mismo interés y se realizan los mismos reportajes sobre los premiados y los que han vendido el premio y el trabajador de trabajo que no ha comprado ni una participación mientras el resto de sus compañeros de oficina se han llevado un pellizco.
Sucedió en 2001 en la redacción de un periódico deportivo que un redactor importante se llevó un rapapolvo de los jefes por decidir dar en un bolo (un breve) que el premiado con el Balón de Oro de aquel año había sido Michael Owen. No dio tan pequeña la noticia aquel redactor, hoy redactor jefe, porque no se lo hubieran dado a Raúl, que entonces estuvo realmente cerca de ganarlo, sino porque, según su criterio, la noticia no tenía mayor relevancia porque el premio, en sí, no tenía mayor repercusión. Pero resulta que, hasta ese día, y como está sucediendo estos días, el debate, las quinielas, los candidatos habían ocupado portadas y páginas dobles. Y el día que se conoce el ganador, se dio un bolo (un breve). Quizás sea una noticia menor y no merezca más que un bolo (un breve), pero se está viendo como en medio de este parón de las ligas por compromisos de selecciones, el Balón de Oro, y todo lo que rodea, monopoliza titulares, cortes y totales en prensa, radio y televisión. Que si Saviola se lo daría a Messi, que si Jorquera se lo daría a Casillas, que si Riera se lo daría a Torres, que si Banega también se lo daría Messi, que si a Reina le gustaría que se lo dieran a Torres o a Casillas, que si casi todos ven favorito a Cristiano Ronaldo, que si Xavi Hernández no tiene padrino ni apoyos para apoyar su candidatura.
Este año se ha puesto de moda una nueva modalidad en la petición del premio con la recogida de firmas, a través de páginas web, para que le concedan el galardón a Casillas o a Messi, los dos casos más destacados de la votación de internautas. Estas firmas no valen para nada porque los que votan son los periodistas de France Football, pero valen para hacer informaciones con los votos a favor y simpatía de los aficionados que tienen los candidatos. Hasta los políticos opinan sobre sus favoritos como hizo Esperanza Aguirre. La presidenta de la Comunidad de Madrid pidió el Balón de Oro para Casillas, principalmente por aquello de que es madrileño de Móstoles. Esperanza Aguirre olvidó, en un patinazo impropio de una política de su talla, que Fernando Torres también es madrileño, natural de Fuenlabrada. No fue políticamente correcta la señora Aguirre y eso suele redundar en votos, que es lo único que preocupa a los políticos.
La importancia, o relatividad, del Balón de Oro es debatible. Como los criterios por los que se concede el galardón (títulos con el club, títulos con la selección, logros personales como máximo goleador o menos goleado). El caso es que en breve, en unas semanas, los fotógrafos de France Football harán la foto al ganador con el brillante y flamante Balón de Oro. Se guardará en secreto hasta el 2 de diciembre que se haga público su nombre, se volverá a debatir sobre la justicia del premio y se abrirá de nuevo el melón para el siguiente Balón de Oro. ¡Hay que ver cómo bota el dichoso baloncito dorado!
P.D. Yo voto por Fernando Torres. Quizás este año sea complicado (el próximo fijo que lo gana), pero en su primera temporada en Champions League ha logrado ser un firme candidato. Si no lo ganase Fernando, ojalá se lo dieran a Iker o a Xavi. Pero, siendo realistas, Cristiano cuenta con muchas papeletas de la rifa.
Escrito por Matallanas | 3:01 a. m. | Enlace permanente