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A la conclusión del partido ante el FC Barcelona la zona noble del Calderón era un hervidero. Como había hecho parte de la afición del Atlético durante el partido con el cántico “¡Aguirre vete ya!”, la mayoría de dirigentes rojiblancos volvían a cuestionar a Javier Aguirre. Todos menos uno. Todos menos el que manda. Miguel Angel Gil Marín respalda sin albergar la más mínima duda al entrenador mexicano. Como sucedió la pasada campaña cuando se filtraba por otro máximo dirigente que Aguirre no continuaría al frente del equipo, el consejero delegado vuelve a ser el gran asidero de Aguirre.

Gil Marín quiere que Aguirre acabe la temporada y su intención es renovarle una temporada más porque cree que su ciclo es de un mínimo de cuatro temporadas. Para mostrarle su apoyo incondicional, Miguel Angel Gil Marín comió con Javier Aguirre el jueves en el restaurante Kabuki del Hotel Wellington de Madrid. El consejero delegado es el gran valedor del entrenador y está convencido de su continuidad. Ni una crisis de resultados, que está convencido no sucederá, le haría cambiar de opinión. Y así se lo hizo saber al entrenador en la comida del jueves.

El consejero delegado considera que la paciencia y la confianza en un proyecto a largo plazo le está dando resultados y que con esta política ha conseguido cumplir los objetivos marcados. Y está satisfecho de su decisión de mantener a Aguirre tres temporadas y no descarta renovarle una campaña más.

Gil Marín es absolutamente reacio a destituir a un técnico a mitad de temporada, después de la última experiencia con Carlos Bianchi, entrenador a quien también respaldaba a tope y solo los gritos mayoritarios del Calderón de “¡Bianchi vete ya!” le hicieron tomar una decisión de la que tampoco estaba convencido. En esta ocasión, ni un reacción mayoritaria de la afición en contra del mexicano cambiaría la opinión de Gil Marín, según asegura con firmeza a su entorno.